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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado


“LA REVOLUCIÓN NO ES UN TE SERVIDO A LAS CINCO DE LA TARDE”

<hr><h2><u>“LA REVOLUCIÓN NO ES UN TE SERVIDO A LAS CINCO DE LA TARDE”</h2></u>

DECLARACIÓN DE CONVOCATORIA POPULAR - CÓRDOBA



Córdoba - 15 de marzo de 2005

Casi todos los días los diarios provinciales nos enferman con titulares como “La política del malhumor” o frases como “Nadie en el Ministerio de Economía entiende aún el sentido final de la estrategia de confrontación directa inaugurada el pasado miércoles por el Presidente Kirchner contra la compañía anglo-holandesa Shell”. Inmediatamente, el editorialista formula una serie de afirmaciones respecto de que son las inversiones, el buen clima social y la expectativas positivas de los consumidores los que van a garantizar la continuidad del proceso de recuperación de la economía local que permite avizorar el éxito del canje de la deuda, que, por supuesto, el mismo periodista hasta la semana pasada repudiaba con gesto apocalíptico. Como si se tratara de un problema de “buenas conciencias”.

No son muchos los que advierten que los atropellos de las multinacionales y los grupos venales de poder, nacionales e internacionales, no se combaten con reprimendas y llamadas de atención. Ni son muchos los que se atreven a pensar, hasta sus últimas consecuencias, que las revoluciones nacionales no se escriben con manuales de urbanidad. El Presidente Kirchner, desde la debilidad de su llegada al gobierno no solamente sin partido y sin Estado, sino con un partido y un Estado muchas veces opositor bajo los embozos del escándalo o la apatía paquidérmica, va construyendo con gestos que, los que ayer llamábamos “personeros” y hoy se presentan como especialistas en políticas económicas quieren mostrar como desplantes, pero que se ordenan a la recuperación del patrimonio nacional, como el Correo argentino, el Astillero Río Santiago, la remoción de una Corte Suprema adicta a los grandes negociados internacionales, el vapuleado PAMI y hoy, el germen de una empresa nacional de combustibles. Es lógico que esos gestos a los que el periodista trata de descalificar calificando de “definitivamente chavistas” produzcan no sólo desconfianza, sino alarma y reacciones organizadas y categóricas en los herederos de siglos de saqueo e ignominia. No es casual que detrás de la Shell, se haya embanderado inmediatamente la Esso.

Tal vez, algunos ingenuos preferirían ver al Presidente, como los boxeadores en el ring, estrechándose la mano gentilmente con los gerentes de las multinacionales, antes de resolver medidas como el boicot y las sanciones correspondientes. Pero, sabemos que la política no es para ingenuos y que, cuando lo que está en juego es el liderazgo de un incipiente movimiento de reivindicación de la soberanía nacional, después de años de privatizaciones al calor de las relaciones carnales con los patrones foráneos, los titulares jamás responderán con puños ingenuos, sino al puño ejecutor de los que vienen apostando a la desestabilización y la fragmentación detrás de mezquindades de ahorristas o púdicos decoros, al distorsionar la información haciendo pasar como noticias o resultado de investigaciones lo que, en realidad, son opiniones oficiosas, suposiciones o deseos. Como la afirmación de que “el amplio y poco homogéneo grupo de economistas prokirchneristas” se homogeneizó, “en secreto, por cierto”, en el temor a la iracundia presidencial que “logró el discutible mérito de abroquelar a la prensa económica extranjera en una condena unánime al boicot contra Shell”.

Sabemos que esto no es una revolución. Pero la memoria latinoamericana sabe de muchos golpes de estado a gobiernos populares provocados por conspiraciones de empresas y profetizados por sus voceros en los medios de prensa. No dejemos que otra vez algún confuso prejuicio ante supuestos malos modales y autoritarios descomedimientos con los consumidores nos lleven a perdernos a un líder popular, que primero con titubeos, pero cada vez con mayor firmeza parece, al fin, querer ponerse al frente de los descontentos que en diciembre del 2.001 apagaron las telenovelas y las finales River-Boca para ganar la calle en algo tan maleducado, pero incontestable como un Cordobazo nacional, y proclamar que la política no es algo sucio que se deja a otros, sino una Responsabilidad colectiva para que, por una vez, en este país, a la Historia no la escriban los que ganan.

1 comentario

Diego -

Da mucha lástima ver que quienes ayer hablaban de socialismo y de liberación nacional, y que reivindicaban a Trotsky, ahora hagan el coro de los políticos burgueses. Menem compró a Abelardo Ramos con una embajada. ¿Con qué los compraron a ustedes?