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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado

roberto bardini


CLUB NATALES

<hr><h2><u>CLUB NATALES</u></h2>

Noche de recuerdos y homenajes en sus 88 años



La Prensa Austral - 3 de agosto de 2005

Como tengo mi corazoncito con el club de la calle Eberhard los saludo a todos desde la distancia - Un abrazo natalino - Augusto Alvarado



El 1 de agosto de 1917 fue fundado el Club Deportivo Natales. En consecuencia celebró 88 años de vida y lo hizo con el tradicional cóctel ofrecido a socios y deportistas para recordar el nacimiento de la institución presidida por Manuel Zaldívar en el instante de su fundación.

El actual presidente, José Gatica González, por razones de negocios se encontraba ausente, de manera que fue representado por el tesorero general de la entidad, Alfredo Andrade.

La noche del aniversario fue de emotivos recuerdos y para ponerle un sello a esa nostálgica remembranza, se entregaron galvanos recordatorios a los más antiguos socios, a algunos de los cuales, de acuerdo a los estatutos del club, se les declaró “socios honorarios”.

Entre los distinguidos se encontraban figuras emblemáticas del pasado del club, que practicaron algunas disciplinas deportivas o destacaron en funciones directivas.

El socio Floridor Sobarzo Soto fue declarado “presidente honorario” de la institución, y tal como él fueron testimoniados en este homenaje “los seniors albicelestes”: José María Durán, Manuel Suárez Arce, José Muñoz Mansilla, Elena Pérez, Irma Leal Yutronic, Orlada Alvarez, Marina Callahan González, Rosa Ampuero, Ema Drpic, Luis Basalo Parada, Demetrio Ulloa Barrientos y Rosa Vera Vera.

También recibieron estímulos los integrantes de los equipos de básquetbol, campeones de la temporada 2004, el goleador juvenil Diego Bustamante, el jugador argentino Rafael Cinarelli, el socio cooperador Plácido López y el secretario de la institución Nelson Danilo Alvarez.

En la oportunidad también Juan Carlos Warner hizo entrega al presidente subrogante de los planos del proyecto de remodelación y construcción de la Casa del Deporte de la institución albiceleste.


CLUB NATALES

<hr><h2><u>CLUB NATALES</u></h2>

Noche de recuerdos y homenajes en sus 88 años



La Prensa Austral - 3 de agosto de 2005

Como tengo mi corazoncito con el club de la calle Eberhard los saludo a todos desde la distancia - Un abrazo natalino - Augusto Alvarado



El 1 de agosto de 1917 fue fundado el Club Deportivo Natales. En consecuencia celebró 88 años de vida y lo hizo con el tradicional cóctel ofrecido a socios y deportistas para recordar el nacimiento de la institución presidida por Manuel Zaldívar en el instante de su fundación.

El actual presidente, José Gatica González, por razones de negocios se encontraba ausente, de manera que fue representado por el tesorero general de la entidad, Alfredo Andrade.

La noche del aniversario fue de emotivos recuerdos y para ponerle un sello a esa nostálgica remembranza, se entregaron galvanos recordatorios a los más antiguos socios, a algunos de los cuales, de acuerdo a los estatutos del club, se les declaró “socios honorarios”.

Entre los distinguidos se encontraban figuras emblemáticas del pasado del club, que practicaron algunas disciplinas deportivas o destacaron en funciones directivas.

El socio Floridor Sobarzo Soto fue declarado “presidente honorario” de la institución, y tal como él fueron testimoniados en este homenaje “los seniors albicelestes”: José María Durán, Manuel Suárez Arce, José Muñoz Mansilla, Elena Pérez, Irma Leal Yutronic, Orlada Alvarez, Marina Callahan González, Rosa Ampuero, Ema Drpic, Luis Basalo Parada, Demetrio Ulloa Barrientos y Rosa Vera Vera.

También recibieron estímulos los integrantes de los equipos de básquetbol, campeones de la temporada 2004, el goleador juvenil Diego Bustamante, el jugador argentino Rafael Cinarelli, el socio cooperador Plácido López y el secretario de la institución Nelson Danilo Alvarez.

En la oportunidad también Juan Carlos Warner hizo entrega al presidente subrogante de los planos del proyecto de remodelación y construcción de la Casa del Deporte de la institución albiceleste.


MATERIAS PRIMAS POR ANÁLISIS NOTICIOSOS

<hr><h2><u>MATERIAS PRIMAS POR ANÁLISIS NOTICIOSOS </h2></u> Por Andrés Soliz Rada

Una de las características de la relación entre los centros de poder mundial y las periferias es el intercambio de materias primas por análisis noticiosos. En tanto los países coloniales y semi coloniales proveen a las metrópolis de petróleo, estaño, oro y plata, ahora con el valor agregado de la maquila y algunas ensambladoras, las agencias de noticias de los países más industrializados se encargan de convencernos de las “bondades” del saqueo. Siempre se tratará de refutar este planteamiento por la vía de casuismo y de las excepciones, pero sin tocar su esencia.

En el marco de la globalización neoliberal, el retroceso de la libertad de información es gigantesco. Basta comparar la libertad de información que existió en la guerra de Vietnam, en la que centenares de periodistas, fotógrafos y cineastas dejaron para la historia películas, revistas, periódicos, fotografías y libros imperecederos, muchos de ellos basados en documentales recogidos en los campos de batalla. Ese trabajo, heroico y sacrificado, sensibilizó al propio pueblo norteamericano, el que, en gigantescas manifestaciones, exigió el retiro de los invasores.

Pero el imperio aprendió la lección, ya que la cobertura noticiosa de las invasiones a Irak y Afganistán fue anulada por los romanos de nuestro tiempo. Los medios de comunicación, incluyendo los europeos, tuvieron que repetir las noticias procesadas por la norteamericana CNN, bajo directivas del Pentágono. El sufrimiento de las víctimas de los bombardeos y de las masacres, que tacto impactó en Vietnam, se redujo a lucecitas relampagueantes en las pantallas televisivas, en tanto una voz en “off” decía que se estaba bombardeando Bagdad o Kabul. Si otra voz en “off” decía que se exhibía una película sobre la guerra de las galaxias nadie notaba la diferencia.

El intento más serio de terminar con esa descomunal información en la región es TeleSur, una suerte de CNN latinoamericana, que no dependerá de ningún Pentágono, capaz de difundir la otra cara de la opinión y de la noticia. En ella no se dirá, por ejemplo, que cientos de miles de iraquíes, incluyendo mujeres y niños indefensos, fueron aniquilados para liberarlos de la dictadura de Sadam Hussein, quien, además, tenía armas de destrucción masiva, ocultas en las fábulas de las “mil y una noches”. No se dirá que el Tío Sam es el abanderado de los derechos humanos, en tanto se filtran fotografías de torturas aberrantes en Irak, Guantánamo o Afganistán. No se dirá que EEUU, Francia o Inglaterra combaten al narcotráfico, mientras protegen y fomentan sus paraísos financieros en las Bahamas, en las Islas Caimán o en la Isla Mauricio. No se dirá que Washington preserva la ecología, pero que se niega a firmar el Tratado de Kyoto, o que practica el libre comercio, mientras desarrolla el proteccionismo más desenfrenado en materia agrícola o siderúrgica. No se manifestará, en fin, que George Bush lucha contra el abuso y la prepotencia, cuando el Imperio presiona a nuestros gobiernos para suscribir tratados de inmunidad para sus asesinos y violadores.

En ese contexto, es conmovedor que una enmienda del Senado estadounidense hubiera resuelto combatir a TeleSur, mediante emisiones especiales a Venezuela, a fin de que los venezolanos tengan “noticias exactas”. Tales emisiones se encargarán de difundir el “perjuicio” que significaría para la Patria de Martí, de Artigas y de Bolívar contar con FFAA latinoamericanas que pongan fin al colonialismo inglés en las Malvinas, al Francés u Holanda en las Guyanas o al norteamericano en Puerto Rico. Lo grave que sería para Wall Street que tengamos nuestro Banco Latinoamericano de Desarrollo, independiente del FMI, del Banco Mundial, del BID y de la CAF, tutelados por EEUU.

Sería inaudito que se permitiera articular a nuestras empresas estatales de petróleó, como planteó Hugo Chávez, para contener la despiadada succión de las petroleras europeas y norteamericanas. Que avancemos, en fin, en la creación de los Estados Unidos Socialistas de América Latina y del Caribe, abriendo nuevos rumbos al destino de la humanidad. Los psicólogos del imperio saben que el esclavo que ha tomado conciencia de su esclavitud ha comenzado a ser libre. Y en eso tienen razón, ya que TeleSur desarrollará la conciencia liberadora de nuestros pueblos.


DEBE SER EL SISTEMA

<hr><h2><u>DEBE SER EL SISTEMA</h2></u>
Terrorista
Luis Posada Carriles

Por José Steinsleger
La Jornada
- Miércoles 1 de junio de 2005

Grosso modo hay varios tipos de terrorismo: político, delictivo, homofóbico, económico, mercenario, mediático, racista, religioso, ambiental, machista, de Estado. En calidad y eficiencia, el último tipo de terrorismo integra y supera a los precedentes.

El terrorismo político-económico-ambiental involucra a todas las clases sociales; el delictivo corrompe a las instituciones; el homofóbico-machista-religioso-racista subyace en los pliegues de una educación alienada; el mediático embrutece a la sociedad; al mercenario le da igual si le pagan, y el terrorismo de Estado recurre a lacras humanas como el cubano-venezolano Luis Posada Carriles.

Las nociones modernas de libertad, democracia, justicia nacieron del derrumbe del orden feudal europeo durante la Gran Revolución (Francia, 1789). Pero el terrorismo jacobino (1793-95) no fue a causa de sus ideas, sino a consecuencia de los nostálgicos del pasado que fundaron el "Estado moderno" bebiéndose la sangre de los comuneros de París (1871), así como la satrapía de Washington pretende hoy beberse la del mundo entero.

Fue lo que entonces pasó. Sin embargo, algo más pasó: la difusión de los valores y principios de la Gran Revolución, que el neoliberalismo revirtió dos siglos después. De todos modos, aquellos valores y principios "universales" nacieron torcidos.

En El espíritu de las leyes (1748), Montesquieu escribió: "El azúcar sería demasiado cara si no fuera porque la planta que la produce la trabajan los esclavos... No puede concebirse la idea de que Dios, que es un ser sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo completamente negro".

La revolución de Haití, primera revuelta cabal de la modernidad, pagó muy caro las consecuencias de una "ideología republicana" que los pueblos de América conocían desde el primer viaje de Colón. Sí, ya sé lo de los aztecas "intolerantes" con los pueblos tributarios, y de los "excesos" de Hidalgo. Mas lo que hoy predomina es una política de exterminio global, científica y sutilmente planificada.

Por ello, cuando revisamos las páginas de los periódicos resta un par de opciones: tirarlos con desdén por la ventana (como hacía el anarcoindividualista Jorge Luis Borges), o bien detenernos en el increíble esfuerzo de la humanidad en su lucha contra el Diablo: los pueblos de Irak y Palestina entre los primeros, y los de América Latina que por todos lados se levantan.

Que en este continente retornemos o no al terrorismo de Estado del duro Robespierre o el más flexible de Danton dependerá, paradójicamente, del grado de lucidez de las oligarquías dominantes, los políticos oportunistas y de la toma de conciencia de quienes en los países ricos, voluntaria o involuntariamente, contribuyen con la expansión del terrorismo imperial.

Soñar no cuesta nada. Hay que confiar. Ayer, en una lavandería de la colonia atendida por una pareja muy joven y endeudada hasta el cuello con las máquinas, recibí la ropa con una bolsita de plástico que contenía ocho pesos. "Estaban en una de sus camisas", dijeron.

¿Cómo entender luego a los sabios a sueldo que hablan de la corrupción, internalizando en la sociedad la baja autoestima, la autodesvaloración? ¿Hablan en nombre de los millones que son honestos, o hablan de los pocos miles que practican el saqueo de las arcas públicas, poniendo en peligro la "seguridad jurídica" de los "inversionistas"?

Negativo. Hablan en nombre de un sistema que, para sostenerse, necesita de los distintos tipos de terrorismo referidos. Para estos pocos, soñar también cuesta nada: creen en la impunidad eterna, en la injusticia eterna, en el atropello eterno. ¿Quiénes serán más "idealistas"? ¿Los que sueñan con la posibilidad de otro mundo, o los que solapan el terrorismo de Estado?

La devolución de ocho pesos habla de la dignidad de un pueblo. ¿Basta con dos? No. Basta con uno. Dicen que el código genético del chimpancé resulta similar en 99 por ciento al de los humanos. Tal diferencia habla de lo que podemos ser. De hecho, en Brujas un manual de capacitación de la policía utiliza fotos que comparan los gestos de George W. Bush (triste o sonriente, dubitativo, soñador) con los de un chimpancé. "No había visto estas fotos y creo que son de mal gusto", dijo Patrick Dewael, ministro del interior de Bélgica. Coincido: ¿qué culpa tienen los chimpancés?

En el mundo hay cientos de millones como la pareja referida. Sin acaso darse cuenta, estas personas ponen en cuestión el deber ser del sistema. Más arriba cité el caso Posada Carriles. En documentos desclasificados de la CIA vemos que, en efecto, en octubre de 1976 la bestia participó en el bombazo que precipitó al mar de Barbados un avión cubano, con 73 pasajeros civiles a bordo. Venezuela pide su extradición para juzgarlo.

El Departamento de Estado envió un mensaje al gobierno de Hugo Chávez diciendo que "... el pedido no estaba fundamentado suficientemente desde el punto de vista legal" (agencias, 28/5/05). Esta es la diferencia entre el uno y el otro mundo posible. Mucho más que el uno por ciento. De veras: los chimpancés son inocentes.


ARTURO JAURETCHE

<hr><h2><u>ARTURO JAURETCHE</h2></u>

25 de mayo: Al "troesma" con cariño


Por Roberto Bardini
Bambú Press


"Los argentinos apenas si tendremos para pagarnos la comida de todos los días. Y cuando las industrias se liquiden y comience la desocupación, entonces habrá muchos que no tendrán ni para pagarse esa comida. Será el momento de la crisis deliberada y conscientemente provocada (...) No habrá entonces más remedio que contraer nuevas deudas e hipotecar definitivamente nuestro porvenir. Llegará entonces el momento de afrontar las dificultades mediante la enajenación de nuestros propios bienes, como los ferrocarriles, la flota mercante o las usinas".

Las líneas anteriores pertenecen a El Plan Prebisch - Retorno al coloniaje, libro publicado en 1955, justamente cuando Argentina inició su relación con el Fondo Monetario Internacional. Esa prosa de trinchera -que parece redactada ayer nomás- pertenece a un “profeta cascarrabias” llamado Arturo Jauretche.

Abogado, ensayista y político, Jauretche nació en Lincoln, provincia de Buenos Aires, en 1901. En su juventud militó en el Partido Conservador pero después se enroló en las filas del sector radical encabezado por Hipólito Yrigoyen. En las luchas internas del radicalismo se opuso a la dirección aristocratizante de Marcelo Torcuato de Alvear.

Don Arturo no era hombre de academia o recintos universitarios, a pesar de su sorprendente cultura y su poblada biblioteca. Era un apasionado, un visceral que pasaba de la reflexión a la acción. En 1930 participó en las escaramuzas callejeras contra los regímenes conservadores de los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo. En diciembre de 1933, empuñó un fusil y se destacó en los levantamientos armados radicales de San Joaquín y Paso de los Libres (Corrientes), donde fue capturado y enviado a prisión.

Junto con Raúl Scalabrini Ortiz, Gabriel del Mazo, Luis Dellepiane y otros, creó en los años 30 la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA), que tenía su cuartel general en un sótano de Lavalle al 1700. Desde ahí continuó su lucha contra la conducción oficial de la Unión Cívica Radical, entonces dominada por el “alvearismo”.

A partir del 17 de octubre de 1945, Jauretche adhirió a los principios del naciente movimiento peronista. Algunos burócratas recién llegados al poder, temerosos de su energía, lo nombraron “funcionario”. Nada menos que a él, que era un político de raza y no soportaba ni escritorios ni oficinas. Así, desde 1946 hasta 1951 fue presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Después, optó por automarginarse y se convirtió en un sereno crítico de la segunda etapa del peronismo.

Sin embargo, luego del golpe militar del 16 septiembre de 1955, Jauretche volvió a la lucha política “en defensa de los diez años de gobierno popular”. Y durante la siguiente década denunció a casi todos los gobiernos y ministros de economía que continuaron con la “labor” de Prebisch, empezando por el insólito capitán-ingeniero Álvaro Alsogaray. Seguramente don Arturo tuvo fallas pero nunca se equivocó a la hora de señalar quiénes eran los verdugos internos de los argentinos.

En 1967, invitado a un programa periodístico de Canal 7, uno de esos “funcionarios” lo hizo enojar. Jauretche, que tenía 66 años de edad, desenfundó su pequeño facón de comer asados y lo corrió por todo el estudio.

El “viejo del cuchillo” es autor de El paso de los libres (1934), El plan Prebisch - Retorno al coloniaje (1955), Los profetas del odio (1957), Ejército y política (1958), Política nacional y revisionismo histórico (1959), Prosa de hacha y tiza (1960), FORJA y la década infame (1962), Filo, contrafilo y punta (1964), El medio pelo en la sociedad argentina (1966), Manual de zonceras argentinas (1968), Mano a mano entre nosotros (1969), De memoria - Pantalones cortos (1972).

Se le ocurrió morirse el 25 de mayo de 1974, a los 73 años. Algunos afirman que ya estaba viejito. Yo digo que el muy zorro era un visionario y sabía lo que se le venía encima al país. Y, claro, ya no tenía fuerzas para empuñar un fusil como en 1933. O un cuchillo, aunque fuera el de cortar una tira de carne asada. La agencia Noticias Argentinas aseguró: “Con Arturo Jauretche muere toda una época de la política argentina, casi a caballo entre dos siglos. Una época de apasionamiento tributaria del debate personal, la quijotada y el ardoroso libelo”.

Cómo no extrañarlo en estos tiempos de infamia, traición y desmemoria.

© Roberto Bardini
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OEA: UN PAÍS, UN VOTO

<hr><h2><u>OEA: UN PAÍS, UN VOTO</h2></u> Por Roberto Bardini
Caracas (Venezuela)- 13 de Mayo de 2005

Las pruebas más contundentes sobre la existencia de la Organización de Estados Arrodillados, perdón, Americanos, consisten en que posee una página web y tiene una sede en 17th Street y Constitution Avenue, Washington DC.

Se comenta que, además de Estados Unidos, la OEA está integrada por más de 30 países. Los memoriosos aseguran que se creó en 1948, en Bogotá, con 21 miembros. El grupo inicial estaba compuesto por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Se dice que Cuba fue excluida en 1962 por presiones de Estados Unidos. A cambio, entre 1967 y 1991 ingresaron catorce países.

Así, los integrantes del organismo hoy serían 34. Con la excepción de Canadá que se habría sumado en 1990 el resto está compuesto, en su mayoría, por pequeñas islas que fueron colonias holandesas o inglesas.

Según fuentes confiables, estas ex colonias son las siguientes: Antigua y Barbuda (75 mil habitantes), Bahamas (250 mil), Barbados (280 mil), Belice (155 mil), Dominica (90 mil), Granada (120 mil), Guyana (900 mil), Jamaica (dos millones 200 mil), Santa Lucía (120 mil), San Vicente y las Granadinas (120 mil), Saint Kitts-Neves (65 mil), Surinam (400 mil) y Trinidad-Tobago (un millón 200 mil).

Si esto es cierto, el total de habitantes de las ex colonias es de cinco millones 455 mil. La cifra es menor que la cantidad de pobladores de El Salvador, el país más pequeño de América continental, al que la poetisa chilena Gabriela Mistral llamó “el Pulgarcito de América”. La nación centroamericana tiene seis millones 300 mil habitantes. Lo paradójico es que el voto de El Salvador en la OEA vale por uno y los de estas ex colonias valen por trece. Es más: el voto de San Cristóbal y Nieves, con sus 65 mil pobladores, tiene el mismo peso que el de México (cien millones de habitantes) o de Brasil (174 millones). La mayor parte de estos microestados está vinculada a la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth) y, en general, vive de espaldas a América hispana. En 1982, por ejemplo, durante la guerra de las Islas Malvinas se alinearon con Gran Bretaña.

Recientemente, el filósofo argentino Alberto Buela publicó en la web un artículo titulado “La OEA, ¡que parodia!”, en el que expresa algunas opiniones polémicas. “Si a estos trece inventos recientes, prohijados por los Estados Unidos e Inglaterra sumamos el voto cautivo de los pequeños países centroamericanos Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala más el voto insular de Haití y Dominicana, vemos cómo Estados Unidos tiene en la manga 20 votos casi seguros, siempre”, escribe Buela.

El filósofo se pregunta: “¿Qué sentido tiene, luego de medio siglo, seguir con una institución regional que sólo sirve a los intereses de Estados Unidos?”.

El ex embajador estadunidense Lewis Tambs, quien se hizo famoso por acuñar el término “narcoguerrilla”, se refirió dos décadas atrás con desprecio acerca de estos pequeños países. En Superando el síndrome de Vietnam, un ensayo publicado por el Departamento de Historia de la Universidad de Arizona en 1981, apuntó:

“Algunos de los llamados Estados-nación latinoamericanos lo son sólo en nombre. Consisten en una bandera, un equipo de futbol y un puesto en las Naciones Unidas. Llamarlos Estados soberanos es sólo una cortesía, una diplomática ficción”.

Esto es algo que deberían tomar en cuenta algunos integrantes de la Organización de Estados Arrodillados, perdón, Americanos, que generalmente acatan sin chistar las directivas de Washington.


LA GUERRA COMO NEGOCIO PRIVADO

Por Roberto Bardini
Bambú Press
- México - 24 de abril de 2005

En la mañana del 21 de abril de 1918, Manfred von Richthofen, as de la aviación alemana conocido como el Barón Rojo, cae abatido en Vaux-sur-Somme (Francia). El aristócrata prusiano ha derribado 80 aeroplanos, el récord más alto de la Primera Guerra Mundial. Admirado por camaradas, adversarios e historiadores, se le considera un 'caballero del aire'. Al morir, le falta un mes para cumplir 26 años.

Cuando el avión de Von Richthofen se precipita, un compatriota avanza cuerpo a tierra en suelo francés, en la primera línea de fuego. Se trata del teniente Ernst Jünger, de sólo 23 años, jefe de un grupo de choque. En su mochila, lleva libros de Nietzche y Schopenhauer. El joven oficial bate otro récord: resulta herido 14 veces. Por su valor, es condecorado con la Cruz de Hierro y la Orden al Mérito, la más alta distinción del ejército alemán, creada por el emperador Federico II. Jünger también participará en la Segunda Guerra Mundial y morirá apaciblemente en 1998, a los 102 años de edad, dejando una gran obra literaria. En Tempestades de Acero, el 'filósofo guerrero' relata: "La guerra nos había arrebatado como una borrachera. Habíamos partido hacía el frente bajo una lluvia de flores, en una embriagada atmósfera de rosas y sangre. Ella, la guerra, era la que había de aportarnos aquello, las cosas grandes, viriles, espléndidas. La guerra nos parecía un lance viril, un alegre concurso de tiro celebrado sobre floridas praderas y la sangre era rocío".

Antes de enrolarse, a los 18 años, Jünger se había fugado de la casa paterna para incorporarse a la Legión Extranjera Francesa. El futuro escritor permaneció poco tiempo en un cuartel de Sidi Bel Abbès (Argelia) y, a pedido de su padre, regresó a Alemania para continuar sus estudios. Su novela Juegos Africanos es resultado de esa experiencia.

Algunos intelectuales de renombre pasaron por la Legión en algún momento de sus vidas. Entre ellos se cuentan el dramaturgo francés Jean Genet, creador del 'teatro del absurdo', y el escritor de origen húngaro Arthur Koestler, autor de El Cero y el Infinito. También el abogado y periodista estadunidense Joseph Pulitzer, cuyo nombre identifica al premio anual que se otorga a profesionales destacados, fue en su juventud un soldado de fortuna.

Pero los tiempos cambian. La Legión Extranjera fue perdiendo aquel halo de romántica aventura y se transformó en una rama profesional del ejército francés, con altos niveles de exigencia. Hoy, los legionarios participan fundamentalmente como cascos azules en las misiones de paz de la Organización de Naciones Unidas.

Sin embargo, aún existen soldados de fortuna repartidos en varios países del mundo. No los guían ni el heroísmo ni la búsqueda de gloria, sino los altos salarios en dólares. Sus jefes no se parecen al barón Manfred von Richthofen ni a Ernst Jünger; son gerentes y ejecutivos que se benefician de una nueva modalidad: la 'privatización' de la guerra, sobre todo si es una guerra sucia.

Extremadamente bien pagados

Barry Landoex, productor del programa 60 Minutos, de la CBS, los llama 'la hermandad de los extremadamente bien pagados'. Son mercenarios que trabajan para empresas de seguridad privada y están en alrededor de 50 países, fundamentalmente en los Balcanes, Medio Oriente, Africa Central y el Sudeste asiático. Estas compañías, dirigidas por altos oficiales retirados del ejército, también tienen contratos con Colombia y Guatemala.

Las firmas privadas estadounidenses, británicas e israelíes ofrecen una amplia gama de servicios: seguridad a corporaciones multinacionales petroleras y mineras, entrenamiento a soldados y policías locales, tareas logísticas, protección personal, distribución de correo y alimentos.

"En los últimos años, han operado mercenarios en Liberia, Pakistán, Ruanda y Bosnia. Protegen al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, construyeron el centro de detención en Guantánamo (Cuba) para supuestos miembros de Al Qaeda y son una pieza clave de la guerra contra la droga en Latinoamérica", escribió Barry Yeoman en la edición mayo-junio de 2003 de la revista Mother Jones.

La 'privatización' de la guerra ofrece una considerable ventaja al gobierno de Estados Unidos: cuando las víctimas -y han sido varias- pertenecen las compañías contratistas no se incluyen en el recuento militar oficial.

Soluciones globales

Según The New York Times, Gran Bretaña posee el mayor número de organizaciones mercenarias que operan contratos valuados en mas de 150 millones de dólares.

Pero sin duda Estados Unidos cuenta con la más importante de estas empresas: Blackwater Corp. "Tenemos una presencia global y ofrecemos entrenamiento y soluciones tácticas para el siglo 21... Entre nuestros clientes figuran agencias policiales federales, el Departamento de Defensa, el Departamento de Estado, el Departamento de Transporte, entidades locales y federales de todo el país, corporaciones multinacionales y países amigos de todo el mundo", dice la página web de la empresa.

Blackwater, fundada en 1997, creció gracias a contratos del Pentágono. Tiene su sede en Carolina del Norte y posee oficinas en McLean (Virginia), cerca del cuartel general de la CIA.

En el 2002 la compañía obtuvo un contrato de cinco años con la marina por más de 35 millones de dólares para capacitar personal en tareas de 'protección, seguridad para abordar buques, técnicas de búsqueda y encautamiento, y misiones de vigilancia'.

Otra compañía privada es Military Professional Resources Inc (MPRI), con sede en Virginia. Su publicidad asegura que puede movilizar 12.500 ex combatientes. Sus elementos entrenan soldados en Kuwait y Sudáfrica. Al frente de MPRI está el general retirado Carl Vuono, ex jefe del estado mayor del ejército durante la invasión a Panamá y la guerra del Golfo Pérsico.

La firma Global Risk tenía a mil cien hombres en Irak. Ocupaba el sexto lugar entre las potencias de la coalición invasora, ubicada entre Italia y España.

Ganancias millonarias

Doce años atrás, la proporción en cualquier lugar del mundo entre 'contratistas' y soldados era de uno a cien. Actualmente se estima que sólo en Irak podría haber un 'contratista' por cada seis o diez
soldados.

Para mejorar su imagen pública, una docena de corporaciones militares privadas unieron fuerzas en la llamada Asociación Internacional para las Operaciones de Paz. Su director, Doug Brooks, asegura no se trata de despistar ni de lavar la cara a las polémicas empresas. 'La paz y la estabilidad son siempre más rentables que las guerras', afirma Brooks. 'Pero las guerras existen, y nosotros salimos al encuentro de unas
necesidades que están ahí'.

Peter Singer, analista del centro de estudios Brookings Institution y autor del libro Corporate Warriors, afirma que estas compañías generan en todo el mundo negocios por cien mil millones de dólares.

Hoy, una tercera parte de las funciones del Ejército de Estados Unidos está en manos privadas, incluyendo el manejo y mantenimiento del avión presidencial Air Force One. Se cree que el gobierno de George W. Bush aspira a repartir el pastel bélico entre 'contratistas', hasta dejar la proporción en mitad y mitad.

En la modalidad de las guerras actuales, ni el barón Manfred Von Richthofen ni el 'filósofo guerrero' Ernst Jünger tendrían lugar en las filas de ningún ejército. El patriotismo, la caballerosidad y la elegancia fueron sustituidas por el marketing, los subcontratos y la tercerización.


BABILONIA Y LOS NUEVOS BÁRBAROS

Por Roberto Bardini
Bambú Press (*)


A mediados del siglo VI antes de Cristo, Nabucodonosor II -el más famoso de los que llevan ese nombre- reina en Babilonia. Además de guerrero y conquistador, el monarca es arquitecto. La ciudad exhibe construcciones monumentales: una doble muralla con puertas gigantescas, avenidas, puentes, canales y el santuario de Marduk, con su zigurat (“escalera al cielo”) de 90 metros de altura, que las escrituras bíblicas identificarán como la Torre de Babel. Aparte de lugar de encuentro religioso, la torre probablemente era un observatorio astronómico.

Cuenta la leyenda que, sin embargo, su esposa Amytis no es feliz en la árida metrópoli, capital de un vasto imperio. Ella es de origen medo y añora la abundante vegetación de su infancia. Entonces Nabucodonosor II ordena construir una serie de terrazas escalonadas llenas de tierra, en las que manda sembrar flores, plantas y árboles. Ése sería el origen de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo.

Antes, los babilonios habían sido pioneros en el sistema de medición del tiempo, al introducir el sistema sexagesimal dividiendo el día en 24 horas, cada hora en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos, que persiste hasta la actualidad.

Durante el gobierno Hammurabi (1792-1750 antes de Cristo), se elabora el primer código de leyes escritas que se conoce en la historia de la humanidad. El código de Hammurabi, famoso por la célebre sentencia “ojo por ojo, diente por diente”, está conformado por 282 decretos. El rey manda grabar las leyes en columnas de piedra de más de dos metros de altura que se distribuyen en todo el imperio. Las primeras palabras definen el objetivo del código: “Para humillar a los malos e injustos e impedir que el poderoso perjudique al débil; para que toda persona perjudicada pueda leer las leyes y encontrar justicia”.

En ese período de la historia, los lejanísimos parientes de George W. Bush y Anthony Blair quizá merodeaban en taparrabos por alguna región de lo que hoy es Europa, buscando un ciervo o un jabalí para comer, o hacían sus necesidades fisiológicas al aire libre.

El arqueólogo alemán Robert Koldewey (1855-1925) inició las excavaciones que descubrieron las inmensas murallas babilónicas, la mayor fortificación urbana de la antigüedad. A partir de 1897, el explorador dedicó 18 años a investigaciones que revelaron una de las obras más importantes de la civilización que dominó el mundo antes del apogeo de Grecia y Roma.

Los restos de la civilización babilónica y los descubrimientos de Koldewey continúan yéndose al traste con la ocupación militar de Irak. Un informe del Museo Británico denuncia que fuerzas de la coalición aliada encabezada por Estados Unidos destruyeron con sus tanques gran parte de las calles de ladrillo de la antigua Babilonia, a 80 kilómetros de Bagdad. Como si esto fuera poco, usaron tierra que contenía fragmentos arqueológicos para llenar bolsas destinadas a servir como muros de protección contra las balas.

La fuerza internacional de seis mil soldados tiene su sede en la antigua capital de la Mesopotamia. “Eso equivale a emplazar un campamento militar en la Gran Pirámide de Egipto o en torno a Stonehenge, en Gran Bretaña”, escribió el autor del informe, John Curtis, curador del departamento del Cercano Oriente del museo.

Imágenes de dragones en ladrillo de la famosa Puerta Ishtar quedaron estropeadas por grietas y se cavaron trincheras en zonas arqueológicas, indica el reporte. Según Curtis, se encontraron fragmentos diseminados por el lugar, entre ellos ladrillos rotos que ostentaban el sello del rey Nabucodonosor.

Pero el remedio fue peor que la enfermedad. El ejército de Estados Unidos afirmó que se ha paralizado el movimiento de tierra y estudia sacar a sus tropas del sitio para proteger las ruinas. Pero tareas posteriores, incluida la decisión de cubrir grandes partes del sitio con pedregullo traído de otras partes a fin de crear estacionamientos para vehículos y helipuertos, causaron más daños irreversibles.

Lord Redesdale, quien encabeza un comité de arqueología en el Parlamento inglés, declaró al diario The Guardian, que lo señalado en el informe era “espantoso” y que “las fuerzas estadunidenses no sólo están dañando la arqueología de Irak, sino la herencia cultural de todo el mundo”.

Hoy, con la ocupación de los nuevos bárbaros, los iraquíes ni siquiera pueden recurrir al antiquísimo código de Hammurabi para “impedir que el poderoso perjudique al débil” y que “toda persona perjudicada pueda encontrar justicia”.

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(*) Bambú Press está contra lo «políticamente correcto», el «pensamiento único» y la «globalización» impuesta desde arriba. Está a favor de la ética, las relaciones fraternales entre personas y la universalidad construida desde abajo.