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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado


LOS POBRES SABRÁN POR QUIÉN VOTAR

<hr><u><h2>LOS POBRES SABRÁN POR QUIÉN VOTAR</u></h2> Por Ernesto Cardenal
Rebelión http://www.rebelion.org
15 de agosto de 2004

En América Latina está ocurriendo una nueva Revolución: la de Venezuela. Es una Revolución silenciada, y la mayoría de la población latinoamericana la ignora, porque así lo han dispuesto los grandes medios de comunicación mundiales, que están en manos de los consorcios internacionales (y también los grandes medios de comunicación venezolanos, que están en las mismas manos). La Revolución de Venezuela va en contra de sus intereses, y por eso, en el mundo no se habla de ella. Cuando los grandes medios de desinformación mencionan a Venezuela tan solo hablan de oposición, o tratan de ridiculizar y caricaturizar la figura del presidente Chávez, y nunca dicen que hay una Revolución.

Hay una Revolución muy seria en Venezuela, y lo más grave que tiene para el imperio norteamericano es que es una Revolución bolivariana. Nada menos que retomar el sueño de Bolívar de la unificación de América Latina. Cuando Chávez bregó, con mucho ahínco, en la Asamblea Nacional, ante la oposición de muchos, por cambiarle el nombre al país, hasta que por fin logró que se aprobara el nuevo nombre de "República Bolivariana de Venezuela", pudo pensarse que se trataba de un capricho o un empeño banal: pero la verdad es que ese cambio llevaba una intención oculta: la de un plan de unificación de América Latina. Bolívar ha sido en Venezuela un culto nacional y un mito: el presidente Chávez tuvo la audacia de convertir el sueño de Bolívar en un proyecto político y un programa de gobierno.

Chávez, junto a otros gobernantes, está tratando de que el mundo deje de ser unipolar y se convierta en multipolar. Con la intención, también, de que uno de los nuevos polos sea América Latina. De ahí que tenga en contra al imperio norteamericano. Tan sencillo como eso.

El 80% de la población venezolana son pobres y es de esperar que voten por su Revolución que es la de los pobres, y no por los intereses contrarios a ellos mismos, que son los intereses de la clase privilegiada. En muchos países los pobres votan en contra de sus intereses, y a favor de quienes los explotan, como ha pasado en Nicaragua y también en Venezuela en tiempos anteriores; pero ahora en Venezuela hay una Revolución que les ha abierto los ojos. Hay más de un millón de personas recién alfabetizadas, hay muchos miles de venezolanos que antes no podían ingresar en la universidad y ahora han ingresado, muchos que no recibían ningún servicio médico y ahora lo reciben. Y esos sabrán por quién votar.

A la oposición le costó mucho reunir las firmas que ha reunido, después de que se le anularon millares de firmas de muertos, extranjeros, menores de edad y cédulas falsas, y me parece que no podrá lograr muchas más. La dirigencia de los partidos de oposición es la dueña de los grandes medios de comunicación y de los grandes negocios, y no tienen un programa de gobierno ni ningún líder carismático y, según estoy informado, las encuestas revelan que Chávez tiene una popularidad muy grande y un alto voto a su favor.

Algo que todos deben reconocer es que este proceso que se está viviendo en Venezuela se apega a las normas constitucionales. Y fue este gobierno quien impulsó las reformas constitucionales que han puesto en las manos del pueblo el poder de destituir a sus gobernantes. Algo insólito en el mundo y un ejemplo de democracia inigualable.

El gobierno expresó su decisión de acatar el fallo del Consejo Nacional Electoral, cualquiera que este fuera. La oposición, en cambio nunca, ha dicho que lo acataría si fuera en su contra. La oposición tendrá ahora que abandonar toda idea golpista, y atenerse a los métodos democráticos a los que no estaba acostumbrada. "El camino es la paz" como ha dicho Chávez.

Habrá que crear Comités de Solidaridad con Venezuela en todas partes del mundo, como los creamos para la Revolución de Nicaragua, y donde tuvimos uno de los comités más activos fue en Venezuela, del que era presidenta María Teresa Castillo, y uno de sus dirigentes José Vicente Rangel. Recuerdo el espectáculo conmovedor de las calles de Caracas llenas de miles de estudiantes haciendo colectas para Nicaragua, en una campaña simbólicamente llamada: "Un Bolívar para Nicaragua". Y el lugar donde se debe trabajar más la solidaridad es en EE.UU. Es el pueblo que tuvo más solidaridad para las causas de Nicaragua y de El Salvador, y es el pueblo más solidario del mundo cuando se logra que supere la desinformación a que lo tienen sometido. Hay que hacer que el pueblo norteamericano sea el principal aliado de la Revolución de Venezuela.

A la par, también hay que crear la solidaridad latinoamericana, de todo el continente bolivariano, actualmente también desinformado. Hay que hacer que los escritores e intelectuales latinoamericanos que aún no se han acercado a la Revolución bolivariana, comiencen a hacerlo, visiten Venezuela, vean con sus ojos lo que se está haciendo, asistan al “Aló Presidente”.

El encuentro de intelectuales que va a ocurrir en Caracas es algo muy importante. He asistido a los dos anteriores "En Defensa de la Humanidad", el que se celebren en México, cuando fue fundado, y el siguiente realizado en Asturias. En ellos hemos defendido la Revolución de Venezuela, así como la de Cuba, y muchas otras causas justas del mundo, de esa manera vamos logrando que los pueblos abran los ojos. No podemos combatir la información (desinformación) de las transnacionales frontalmente porque no contamos con sus medios, solo podremos hacerlo con la guerra informal, con la guerra de guerrillas. Y ese tipo de encuentros y de divulgaciones, son las armas minúsculas pero efectivas con que se cuenta, por ejemplo, Internet es una forma de guerrilla.

Es muy importante también que este nuevo encuentro sea en Venezuela, que es un país donde se juega el destino de América Latina. Y para los latinoamericanos defender a Venezuela es defendernos a nosotros mismos.

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