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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado

puerto natales


ANTOLOGÍA SEÑALADA

<hr><h2><u>ANTOLOGÍA SEÑALADA</h2></u>

LA POESÍA DE DAVID VALJALO



Por Aristóteles España

El escritor David Valjalo (Santiago, 1924) , residió fuera de Chile durante 35 años, en Los Angeles, California, y en Madrid. En esas ciudades dirigió una de las más importantes revistas de literatura chilena, denominada justamente así: “Literatura Chilena, Creación y Crítica”, que difundió a los autores de este rincón del mundo en otras lenguas y latitudes. Director del Teatro de Cámara de Hollywood, fue cronista del periódico “Los Angeles Times”. Amigo de Roberto Matta, Pablo Neruda, Enrique Lihn, Rolando Cárdenas, acaba de publicar en Santiago su libro “Antología Señalada” (Ediciones La Frontera, 2005). Este es un libro antológico que reúne gran parte de su producción poética. En sus textos habitan los rincones vacíos, nostalgia de la patria chica, homenajes a parientes literarios; particularmente emotivo es su homenaje a Vicente Huidobro, a los obreros metalúrgicos del Chile que soñaba desde el Imperio. Y al destierro. Pocos como él se preocuparon en tiempos complejos a salvar vidas y ayudar a los exiliados que llegaban por doquier a las costas de todos los continentes del planeta.

Sonetista de los buenos, introdujo en sus tiempos juveniles a Góngora, Quevedo, Lope. Ayudó a los jóvenes a rescatar los endecasílabos desde todos los muros, sobre todo el de las consonantes. Nadie como él llegó a escribir, también sonetos sobre los tiempos en los cuales vivió y vive aún en su casa de Ñuñoa. Amigo de Salvador Allende ha escrito grandes textos sobre el ex Presidente chileno, los cuales fueron publicados en la década del 70 en todo el mundo.

Su antología habla de sus ritos cotidianos en Estados Unidos, el pan, la nostalgia, los atardeceres en California, los viejos relojes con los cuales sueña en medio de una urbe tan distinta a su lar sudamericano.

Valjalo es un escritor preocupado de los avatares de la vida de un mundo que fue. En el soneto “Junto a mis manos” dice: “Junto a mis manos tengo un cuerpo entero/ que me molesta a veces/ Su manera presiento que me sobra, pasajera/ Por supuesto a los huesos me refiero".

Los poetas de su generación en Chile fueron, en algún sentido, cronistas de su tiempo. Militantes de la Guerra Fría, nunca rehuyeron el combate contra el poderoso, e incluso llegaron a escribir textos sobre esos paisajes culturales y políticos. Por eso mismo, nunca fueron partidarios de la exposición pública ni del debate sin contenido. Sus palabras no eran dogmas en sí mismas, sino emoción. Emoción pura, desde la nostalgia a la metafísica, desde el fusil, a la clandestinidad.

David Valjalo ha publicado libros sobre cine, la nueva canción chilena, mujer y cultura en el mundo hispánico. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, rumano, portugués y antologada en Chile y América. Fue Agregado Cultural del gobierno de Salvador Allende en California.

Entre sus publicaciones mencionaremos “Presencia de Chile en California” (1974); “Diez años de cine chileno” (1980); “Nueva canción/ Canto Nuevo” en colaboración con Eduardo Carrasco y Patricio Manns, ( 1984); “Teatro Chileno (dentro / fuera)" en colaboración con Jorge Díaz. Editor y autor de las antologías “Antología de Poesía Chilena a través del soneto”, en colaboración con Antonio Campaña (1987); “25 poetas chilenos” (1994). En poesía: “Los momentos sin números” (1948); “El otro fuego” (1960); “Poemas de la resistencia” (1984); “Elegía al aniversario del universo” (1985). Actualmente reside en Santiago donde imparte talleres y seminarios en universidades chilenas.


LO QUE SE QUEMA

<hr><h2><u>LO QUE SE QUEMA</h2></u> Por Marcela Muñoz Molina (*)

Febrero de 2005

Veo las imágenes del incendio en Torres del Paine y me duele el estómago igual que cuando algunas de mis hijas tiene fiebre. Ya sé que nadie llora por un árbol que se seca, se quema o se muere, pero al igual que los niños o los seres humanos ¿ no son todos uno? y al igual que con los hijos, ...¿no son todos los niños, también, un poco hijos nuestros? ¿ Por qué habría de ser diferente con los árboles, el pasto o los cerros?... ¿no jugamos todos en las mismas pampas?... ¿no metimos, todos, los pies en los mismos ríos?. Da lo mismo, si es el Paine, el centro de Natales, laguna Sofia, Diana, Balmaceda, Consuelo o Tranquilo...es la cuna la que se quema, esa que va con uno a donde uno vaya. Son las fotos que se quedaron en la memoria de los nueve años. Un tiempo en que la infancia no parecía, sino que era, el paraíso. Es el lugar, donde uno buscaba acercarse a una liebre o a un guanaco, sólo para verlo un poquito más de cerca. Es el lugar donde mi abuelo persiguió una avestruz pequeña, para que yo pudiera tocarla y dejara de llorar. Es la cuna, la misma que ha hecho posible que una mezcla de extraños colores y olores, nos recuerden el sentido de la libertad inicial y total, y sea esa libertad, una compañera para toda la vida. Es saberse protegido, no solo por la familia o los amigos, sino por la naturaleza en todas sus formas, saberse aceptado, sentirse parte en la misma medida de una masa de hielo milenaria como de la hojita que ayer apareció en el ciruelo. Es ese lugar al que se vuelve cada tanto, para guardar sagrado silencio y perderse, buscar las señales del comienzo de la historia y sacarse la otra historia de encima. Es el paisaje que nos recibió al nacer.

Y ahora lo veo quemarse, a través de la televisión. Y me duele el estómago, como cuando mis hijas tienen fiebre. Hago ese recorrido secreto por los lugares de la infancia y el respeto que nadie nos enseñó a tener, porque no hacía falta. Porque no se daña la casa en la que uno vive, ni la tierra que te alimenta, ni el árbol que te cobija. Se disfruta, se crece, se guarda, se protege como a los niños, no importando de quien sean hijos. Así parte el respeto que culmina con el respeto a los otros, al planeta, a todas las formas de vida.

Hoy liberan a uno de los chilenos detenidos en Perú, por rayar un lugar que, sin duda, no solo es sagrado para ese pueblo, sino que debería serlo para todos. Después de muchos días de cárcel y varios millones de pesos, seguramente éste y otros chilenos, lo pensarán dos veces antes de utilizar de nuevo una pintura en spray. ¿Qué pensará el turista checo, que por ciento veinte mil pesos, recuperó su libertad, después de que una mala maniobra de su parte provocara la destrucción de cinco mil hectáreas de bosque nativo? Y qué pensaremos y haremos nosotros, los hijos del lugar, para apurar el tiempo y que lo que va muriendo, vuelva a la vida. O para devolver con cuidados, el mismo cuidado que nos fue brindado, generosamente, cuando todavía jugábamos con los bichitos y los animales, entre los árboles de ese mismo bosque que hoy se quema y que según escucho, se seguirá quemando por un mes más.

(*) Tomado de milodoncitychachacha.blogspot.com


POETAS DE PUERTO NATALES

<hr><h2><u>POETAS DE PUERTO NATALES</h2></u>

MARCELA MUÑOZ MOLINA (1966)
Libros: “Ángeles y Limousinas” – 1989
“El salvavidas lleva mi nombre” – 1994


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De “Antología Insurgente. La Nueva Poesía Magallánica”.
Editada por Pavel Oyarzún y Juan Magal - (Punta Arenas, 1998)
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Este colegio, como colegio de monjas,
tiene ventanas iguales, pastos iguales
y bichos luminosos que rebotan en el aire.
Tiene un cielo sembrado de pájaros,
que comen antenas, pantallas y colores,
tiene espaciales gotas de sangre
que golpean los vidrios,
en mañanas vírgenes
escondidas bajo las cabelleras.
Tiene palomas que ruedan por los techos
y comen maíces enfrascados en misas.
Hay en este colegio,
como buen colegio de monjas,
subterráneos eternos con historias mohosas
y en las aulas,
un olor a pasado y a melancolía,
diálogos absurdos, niños escondidos
y deshonrosos secretos guardados,
en una pieza con santos y estampas
tatuados de agua
que se volarán con un tiempo de guerra
y protesta.
Hay en este colegio, como colegio de monjas,
quejidos de gente amontonada
en pronta extinción,
que en acelerada metamorfosis,
tejieron cordeles de acero,
para acabarse como yo le hice
desde el campanario
de este indestructible colegio de monjas.

(de “Ángeles y Limousinas”)

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No existen los suicidas
ni los suicidios.
Existen bolsas llenas de soledad,
caminos en mal estado
avisos mal ubicados,
humanos mal dirigidos.
Decir suicidio
(menos para la ley)
es decir homicidio.

(de “Ángeles y Limousinas”)

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No hay nada más lapidario,
más artísticamente degradante,
que pujar y pujar
y no tener nada que parir.

(de “Ángeles y Limousinas”)

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PUERTO NATALES

<hr><h2><u>PUERTO NATALES</h2></u>
CAPITAL DE LA PROVINCIA DE ÚLTIMA ESPERANZA


La Prensa Austral


Puerto Natales, Capital de la provincia Última Esperanza, forma parte de la región de Magallanes y Antártica Chilena. Se localiza en la ribera del seno Última Esperanza, en un terreno de suave pendiente y en las cercanías de la cordillera Riesco. En la actualidad es centro de servicios administrativos y comerciales de la intensa actividad ganadera que se desarrolla en la provincia; además, muchos de sus habitantes trabajan en las minas de carbón de Argentina. Son de interés las instalaciones y arquitectura de estilo inglés del complejo industrial de Bories, fundado en 1913 y que fue levantado para procesar el ganado de tres grandes estancias de la región. La ciudad se conecta con Punta Arenas a través de una carretera pavimentada. Fue fundada en 1911 y se constituyó rápidamente en un centro residencial y puerto de salida de la producción ganadera de la provincia. Población: (censo 1992), 15.479 habitantes.

Lugares de interés turístico


Costanera, Museo Municipal, Bories, Parque Nacional Torres del Paine, (Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1978). Lagos Pehoe, Nordenskjold, Sarmiento, del Toro y Grey, Glaciar Grey, saltos, ríos y lagunas. Cerros: Torres y Cuernos del Paine. Monumento Natural Cueva del Milodón: Gran cueva cuyo nombre proviene del animal prehistórico que habitó el área hace unos 10.000 años.

Historia

Fue Juan Fernández de Ladrillero, a bordo de la nave "San Luis", en diciembre de 1557, quien descubrió y navegó por los canales como "última esperanza" para encontrar la boca occidental del Estrecho de Magallanes. Ladrillero fue el primer navegante que recorrió íntegras las costas occidentales de la América meridional, estudiándolas hasta en sus más intrincados senos.

Pasaron tres siglos desde el descubrimiento de Ladrillero antes que se incursionara nuevamente en la zona de Ultima Esperanza. Hacia 1830, la expedición de la fragata "Beagle", enviada por el almirantazgo británico, explora todo el sector descubierto por Ladrillero. Los nombres de algunos integrantes de esa expedición son hoy familiares en la zona: Robert Fitz Roy, William Skyring, James Kirke.

Hacia 1870, nuevamente renace el interés por las tierras de Ultima Esperanza. Entre los osados viajeros que se aventuraron por esos desolados territorios destaca Santiago Zamora, quien pasó a la historia como el Baqueano Zamora y a quien se le debe el descubrimiento de la región lacustre del Paine y de grandes manadas de caballos salvajes o baguales.

A partir de esta época, los lapsos entre viaje y viaje comienzan a acortarse. Ya se va comprobando que los suelos de Ultima Esperanza pueden ser de alguna utilidad. Si bien su clima es inhóspito y sus accidentes geográficos difíciles de superar, estaba naciendo una esperanza.

Algunas incursiones argentinas, preferentemente científicas, impulsaron a las autoridades a enviar nuevas expediciones a esos territorios. En cumplimiento de estas órdenes el teniente Juan Tomás Rogers inicia en 1877 una detenida exploración que se inicia en el sector Skyring hasta las márgenes del río Santa Cruz. Además del teniente Rogers integraban la expedición el guardiamarina Luis Contreras y dos marineros, todos de dotación de la corbeta "Magallanes" y los baqueanos Santiago Zamora y Francisco Jara, auxiliares indispensables como guías por su conocimiento del territorio. Completaba el grupo un joven naturalista de 19 años: Enrique Ibar Sierra.

Años más tarde, el gobierno comisionó al capitán de fragata Ramón Serrano Montaner para penetrar más profundamente en los territorios descubiertos por Ladrillero y ratificados tanto por los baqueanos como por la expedición de Rogers. Serrano inició su exploración en 1889, descubriendo los lagos que bautizó como Balmaceda y Pinto. En su viaje alcanzó hasta el lago Toro y descubrió su desagüe en un gran río que más tarde se llamaría, en su honor, río Serrano.

Hacia 1892, las noticias sobre la calidad y cantidad de los territorios ubicados al norte de Punta Arenas comenzaron a interesar a personas que deseaban explotarlos. Finalizadas las expediciones de reconocimiento, un ex capitán de la marina mercante alemana, Hermann Eberhard, decide establecerse en esta zona y solicita permiso para adentrarse en el sector de Ultima Esperanza.

En compañía de su amigo y compatriota Augusto Kark, emprende vía marítima el reconocimiento del sector. Le acompañaban el marinero Teodoro Huelpher y los ex guardiamarinas Cettle y Game. Luego de innumerables peripecias llegan a lo que es hoy Puerto Consuelo. Luego de un viaje a Europa para adquirir elementos y una lancha a motor, Eberhard obtiene la autorización del gobernador de Magallanes, Manuel Señoret, para instalarse en el sector oriente del seno Ultima Esperanza y nace así la primera estancia: Puerto Consuelo.

El empuje del capitán germano será seguido por otros compatriotas suyos y algunos británicos que, recogiendo el ejemplo del pionero, solicitan concesiones de tierras en el vasto sector descubierto por Ladrillero en 1557. En 1896 se fundó Puerto Prat y un año más tarde Puerto Cóndor. Es el comienzo de la colonización.

Poco a poco los colonos van desplazándose con sus instalaciones hacia las márgenes del río Natales, bautizado así por el propio Eberhard. El francés Alcides Laforest instala un hotel y carnicería en un lomaje cercano al río; José Iglesias se convierte en el primer colono establecido definitivamente al comprar dicha propiedad en 1908. Ese mismo año se instala Rodolfo Stubenrauch con un establecimiento comercial. Comenzaban a surgir los cimientos de la ciudad, una ciudad que nació oficialmente el 31 de mayo de 1911 por decreto supremo firmado por el Presidente de la República Ramón Barros Luco.

"Fúndase la población Puerto Natales en la desembocadura del río Natales, del territorio de Magallanes".


ISLAM Y NACIONALISMO

<hr><h2><u>ISLAM Y NACIONALISMO</h2></u> Por José Steinsleger

Sublevaciones y lucha anticolonial; guerra de guerrillas y guerras interárabes o de árabes contra persas; movimientos laicos o religiosos, conservadores o progresistas, más allá y más acá de la cultura occidental fueron, en el siglo xx, distintas facetas de una causa común: la emancipación del Islam y la autoafirmación político-cultural de los árabes.

Hace mil años, cuando los pueblos de la cristiandad discutían acerca del sexo de los ángeles, huían del agua y olían a diablos, el médico y filósofo uzbeko-iraní Abú Alí al-Husayn ibn Sina (conocido como Avicena, 980-1037) intercambiaba correspondencia con Abu I-Rayhan Mohamed ibn-Ahmed (El Biruni), joven astrónomo y naturista afgano que dictaba sus clases en los Baños de Anusha-jan (Jiva, Uzbekistán actual).

En la "Academia de Mamún" (Ghazna, cerca de Kabul), Avicena y El Biruni proseguían la ruta trazada por los sabios de la Antigüedad: estudiaban a los griegos, discutían de La Iliada y La Odisea, de Platón y de Aristóteles, de la física y el cielo, la estructura del universo, la caída libre de los cuerpos y de las partículas que no pueden descomponerse: los átomos.

No hay cómo perderse: eso que llamamos "civilización occidental y cristiana" jamás hubiese existido sin el legado cultural de Avicena y El Biruni, difundidos en Europa por el español Abú-I-Walid Muhammad ibn Rusd (Averroes, 1126-1198). Y sin Averroes y la escuela de traductores árabes de Toledo, tampoco hubiese existido la Suma teológica de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), obra que aristotélicamente trata el tema de la conciliación entre la fe y la razón.

Educado en el dialecto "jwarizm" en tiempos de la dominación persa, el afgano El Biruni prefirió, no obstante, servirse deliberadamente de la lengua árabe como instrumento de pensamiento y medio de expresión de su vida intelectual, de fecundo intercambio cultural entre Oriente y Occidente. De igual modo procedieron los primeros pensadores modernos del Islam, temerosos de que la dependencia mental y espiritual hacia Occidente terminase por destruir la "umma" (pueblo, unidad, nación islámica).

Intelectuales como Yamal Afgani (1839-1897) propusieron a los musulmanes la adopción de la tecnología occidental, cuestionando la versión de los monjes y príncipes reaccionarios del Islam, que a su juicio toleraban la decadencia de la religión y perpetuaban la miseria y la opresión de los pueblos islámicos.

Saij Abduh, su discípulo más famoso, predicó la necesidad de educar al pueblo haciendo uso de la razón y la independencia del pensamiento en lugar de aceptar ciegamente las ideas del Corán. Entre sus objetivos figuraba la devolución a la lengua árabe de su antiguo esplendor, ya que sin ella no se podía comprender debidamente la religión.

De las ideas de Abduh surgieron nacionalistas como Kasim Amin, quien luchó por la liberación de la mujer, Amad Sayyid, defensor de las virtudes cívicas y la vida liberal y constitucional, y Aaad Zagul, quien participaría activamente en la revolución egipcia de 1919 contra el colonialismo británico.

Denso y complejo como sus antiguas civilizaciones, el nacionalismo árabe tuvo que remover pirámides de milenaria injusticia social. El primero en mencionar el concepto de "nación árabe" (que incluía tanto a musulmanes como a cristianos) fue el libanés Nayb Azuri, fundador del partido Liga de la Patria Arabe y autor del ensayo La revuelta de la nación árabe contra el Asia turca (1904).

En Siria, Edmon Rabat tomó parte en la formación del Bloque Nacional (1937) y publicó La unidad siria y el devenir árabe. Rabat cuestionó la división artificial del Islam por el colonialismo occidental y advirtió temprano sobre las consecuencias para la región de la creación del Estado de Israel.

En Irak, el exponente más notable del nacionalismo fue Sati al-Husri,
aristócrata educado en la corte otomana. Sati optó por la nacionalidad iraquí y se esforzó por demostrar que un individuo no puede gozar de libertad fuera de la estructura de una nación, que el panarabismo no perjudicaba al Islam y trató de convencer a los egipcios de que su país formaba parte de la nación árabe.

Otro iraquí, Abd al-Rahman al-Bazzaz, puso en guardia al nacionalismo contra el chovinismo y destacó que el nacionalismo árabe se basaba en una cultura árabe. Igualmente, el sirio cristiano Qustantin Zurayq afirmó que el profeta Mahoma había creado una cultura árabe y que esta cultura y su historia eran el pasado común de árabes y cristianos.

El nacionalismo emancipador de los árabes difería según el grado de desarrollo de sus naciones. Inglaterra y Francia intentaron coptar estas luchas (acuerdos Sykes-Picot, 1916), que recomendaron la creación de un Estado árabe independiente, regido por un monarca bajo la "protección occidental". Pero a Winston Churchill, paladín de las libertades democráticas, no le gustó la idea y recomendó el uso del "gas mostaza" (inventado por los alemanes) para solucionar el "problema árabe". Ni George ni papá Bush habían nacido entonces.