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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado


DÉCIMAS DE ESTE TIEMPO

<hr><h2><u>DÉCIMAS DE ESTE TIEMPO</h2></u> Por Aristóteles España

“Cien décimas falladas” se titula el libro de Alba Llanos Melussa (Centro Gráfico Prisma, Santiago, 2005). Jueza por convicción y vocación sorprende con este libro donde rescata las Décimas como género para comunicar (o contar) a los lectores su experiencia humana y sensorial con los múltiples ejercicios de vida que la cotidianidad la hace asumir. Su texto literario es producto de su trabajo en la judicatura en materias de infancia, su visión integrada a un mundo complejo y lleno de vicisitudes de todo orden.

Por sus páginas caminan los menores que son llevados a los tribunales. Uno de los más estremecedores es el del niño Felipe. Dice Alba Llanos: “Sus más tempranos delitos/ fueron robos por sorpresa/ al acecho de su presa/ quedaba muy calladito/ se contaba como un mito/ que luego de un gran zarpazo/ apuraba mucho el paso/ corriendo a velocidad/ para que la autoridad/ se enfrentara a su fracaso”.

Las décimas cultivadas por poetas populares del siglo XIX destacaban en sus versos la marginalidad del hombre de campo que llegaba a la capital en busca de nuevos horizontes. Los personajes más frecuentes eran zapateros, panaderos, prostitutas, ladrones de todo tipo. Versos a lo humano y lo divino. Estas décimas eran declamadas en auditorios sindicales, teatros pequeños, mitines políticos. Había un afán de denuncia y compromiso con la vida. Violeta Parra musicalizó este género para defender la libertad y el amor. Lo mismo lo hicieron o hacen Pedro Yánez, Eduardo Peralta, Jorge Yánez, Santos Rubio.

Jaime Hales señala: “Tal vez el drama de los jueces radica en que creen que su trabajo es buscar el equilibrio, olvidando que en una sociedad desequilibrada, no todos tienen la misma fuerza y no requieren la misma protección”.

Sin embargo, la autora toma partido por un mundo mejor. Sus textos inspirados en los casos que ha debido ver y fallar a ratos superan a la ficción, como el de una madre que regalaba a sus hijos; violaciones, alcoholismo de los padres, retratos de carencias afectivas. En el libro es posible visualizar un universo, ciertos paisajes sicológicos que al ser trasladados a este género nos muestran otra dimensión del mundo. El ritmo de las décimas es atrayente y de gran capacidad oral y visual. Al leer estas décimas nadie puede quedar indiferente. Si el objetivo era estremecer al lector, lo logra con creces.

“Décimas falladas” está ilustrado con cartas del Tarot. La Justicia, El Loco, La Rueda, El Colgado, La Torre, la Sacerdotisa son imágenes llenas de símbolos que entregan un mensaje de esperanza por los tiempos que vienen.

El juez Roberto Contreras señala: “Por medio de la literatura podemos acercarnos al ser humano en su realidad íntima y personal, por fuera de los estereotipos conductuales existentes, de modo tal que al juzgarlo consideremos su universalidad y particularidad, su exacta dimensión material y espiritual”.

Estos poemas escritos en décimas son un aporte a la literatura chilena al abordar una realidad desde ángulos escriturales poco recurridos y con gran talento.

Alba Llanos ingresó al Poder Judicial en 1981 desempeñándose como Asistente Social en el 4to Juzgado de Menores de Santiago. Paralelamente estudió Derecho en la Universidad de Chile. Sirvió, además, el cargo de Jueza en el Segundo Juzgado de Letras de Buin y en el Tribunal de Menores de San Bernardo. Actualmente se desempeña como Jueza de Familia en la ciudad de Santiago.

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