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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado

ángel guerra cabrera


BOLIVIANIZAR A BOLIVIA

<hr><h2><u>BOLIVIANIZAR A BOLIVIA </h2></u> Por Andrés Soliz Rada

Al conmemorarse (el 6 de agosto) el 180 aniversario de su fundación, Bolivia está desbolivianizada. El debilitamiento de la conciencia nacional se expresa en la defensa de intereses sectoriales frente al interés nacional, que parece cada día más difuso y etéreo. Lo anterior ha venido acompañado de una prédica sistemática, directa e indirecta, sobre la inviabilidad nacional. El país se asemeja a una barca quebrada en la que cada uno sólo atina a asirse de un madero para salvarse.

De manera paradójica, la República afrontará un nutrido programa de elecciones y consultas ciudadanas que, al tener carácter nacional, deberían fortalecer su cohesión. Sin embargo, está sucediendo todo lo contrario. Desde el campo popular, no emerge una candidatura con visión integradora de todas las regiones del país. Desde el campo oligárquico, aparecen el ex Presidente Jorge Quiroga Ramírez y el industrial Samuel Doria Medina, que prometen remendar las políticas neoliberales que han ocasionado la crisis presente.

Estos comicios tienen cimientos de barro, ya que a mediados del próximo año se realizará una asamblea constituyente y un referéndum autonómico que podrían determinar, por ejemplo, que Bolivia pasa del sistema presidencialista al parlamentarista. ¿De qué servirán entonces las presidenciales del 4 de diciembre próximo? Ese mismo día se elegirán prefectos o gobernadores departamentales, pero sus atribuciones serán definidas en la posterior Constituyente, en la que se confrontarán visiones antagónicas, como las de la “Nación camba” y de la “República aymara”.

Las heroicas acciones populares no han detenido al poder petrolero. Se aprobó una Ley de Hidrocarburos que cambió, sólo en matices la que dejó Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL). No existe contraparte nacional para defender los interese del país. Los reglamentos de esa ley están siendo elaborados por representantes de las petroleras que están fuera del gobierno con representantes de las petroleras que están dentro del gobierno.

No existe transparencia informativa. La gaceta judicial ha publicado el Decreto Supremo No. 27503, de 19 de mayo de 2004 (gobierno de Mesa) por el que se autoriza a reiniciar las ventas de gas a la Argentina y la suscripción de nuevos contratos. Los volúmenes de venta comenzaron con 4 millones de metros cúbicos día (MCD), luego fueron ampliados a 6 millones de MCD y, en días pasados, a 7.7 millones de MCD, sin embargo, el texto de los contratos es desconocido, olvidando que, por mandato constitucional, debieron ser autorizados y aprobados por el Congreso.

Altos funcionarios de Mesa y Rodríguez sabotearon el ingreso de la empresa china Shengli, la que ofrece sociedades con 51 % de acciones en poder del Estado, industrializar el gas y explorar nuevos campos de hidrocarburos en los departamentos de La Paz, Beni y Pando. Mesa ha favorecido a los acaparadores de predios, lo que impide que cientos de miles de personas accedan a un pedazo de tierra para subsistir. El mismo Mesa ha transferido, mediante otro decreto ilegal, las acciones de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) a una entidad regional, que suscribirá contratos para explotar el hierro del Mutún, sin beneficio nacional. Tropas norteamericanas, asentadas en el Paraguay, a 250 kilómetros de la frontera, garantizan la desbolivianización.

Los sujetos sociales se hallan muy debilitados. El Jefe de Estado Mayor de Ejército, general Marcelo Antezana, ha respaldado las sanciones de un alto jefe de la Fuerza Naval que planteó la nacionalización del gas. Los grandes empresarios nativos son los mejores defensores de las transnacionales, nunca defendieron a la estatal petrolera ni condenaron la corrupción de GSL. El Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y las corrientes en las que se fraccionó, que tuvieron gran influencia en las capas medias, han perdido toda coherencia ideológica. La corrupción, como decía Sergio Almaraz, “continúa siendo el hueco por donde se nos escapa la soberanía nacional”.

El Movimiento al Socialismo (MAS), la principal fuerza de oposición, no tiene firmeza ni continuidad para enfrentar a las petroleras. Los movimientos sociales no han podido unificar sus demandas y aglutinar a sus dirigentes. Existe ausencia programática y de conducción política para aglutinar a la nación oprimida. Se necesita llenar ese vacío para bolivianizar a Bolivia.


TELESUR

<hr><h2><u>TELESUR </h2></u>

La salida al aire de Telesur es una clarinada por la independencia y la integración
de América Latina y el Caribe



Por Ángel Guerra Cabrera
Jueves 28 de julio de 2005

La salida al aire de Telesur es una clarinada por la independencia y la integración de América Latina y el Caribe. Es también una señal de los nuevos vientos que soplan al sur del río Bravo gracias a la pujanza de los movimientos populares contra el neoliberalismo y al surgimiento de gobiernos que, en mayor o menor grado, intentan alejarse de esa política desde una tónica más ligada al interés nacional. Con su lema, "Nuestro norte es el sur", la televisora sintetiza su objetivo fundamental de lograr una programación sobre América Latina y el mundo con una visión latinoamericana y caribeña, antagónica a la de los grandes consorcios que dictan los contenidos y controlan las audiencias desde la óptica del norte revuelto y brutal. El respaldo del presidente venezolano, Hugo Chávez, ha sido decisivo en el nacimiento de esta empresa, radicada en Caracas, que también copatrocinan los gobiernos de Argentina, Cuba y Uruguay.

El temor que inspira el proyecto a Washington se ha hecho sentir desde que Telesur hizo sus primeras pruebas. Richard Ludgard, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, tronaba: "la cadena es un instrumento de la política autoritaria de Chávez". Días después la Cámara de Diputados acordaba solicitar a la Casa Blanca la emisión de ondas televisivas y radiofónicas hacia Venezuela. La idea recuerda la misma operación fallida puesta en práctica contra Cuba desde hace más de 40 años. Estos amagos confirman por sí solos la necesidad imperiosa de desarrollar un medio alternativo latinoamericano de gran cobertura, como puede llegar a ser Telesur, por ahora limitada en su alcance a algunos países de Sudamérica. Y es que un medio que refleje la pluralidad y diversidad de la Patria Grande es indispensable para liberarnos de la camisa de fuerza cultural e ideológica impuesta por las corporaciones mediáticas occidentales. En instrumentos como son el desarraigo y la uniformidad, uno de sus rasgos más dañinos es la enajenación de la historia y tradiciones de lucha latinoamericanas. Se trata de una vieja manipulación que el revolucionario y periodista argentino Rodolfo Walsh -uno de los desaparecidos de su país- definió así: "Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina ni tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores, la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia aparece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las demás cosas".

La ola privatizadora neoliberal, más allá de sus profundas connotaciones de esclavitud económica, es también una gran operación de colonialismo ideológico y cultural que busca destruir las culturas e identidades de los pueblos latinoamericanos. Este es el espacio que Telesur disputará a la CNN y sus congéneres.

Para hacerlo, tendrá que enfrentar grandes obstáculos que le interpondrán los consorcios televisivos y el gobierno de George W. Bush. Telesur se propone impulsar la integración de nuestros pueblos y, por lo mismo, el rescate de los valores latinoamericanos, tareas que forman parte del legado de Simón Bolívar y José Martí.

Como pensando en la empresa que comienza, el héroe cubano escribió: "La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los Arcontes de Grecia... Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas".

La lucha que librará Telesur es muy dispareja porque el imperialismo y las clases dominantes locales disponen de poderosos recursos de coerción. Pero Telesur puede imponerse por el simple expediente de decir la verdad, como ha recomendado el presidente Chávez, y, cabría añadir, argumentar la verdad, dos atributos fundamentales de credibilidad que no poseen los heraldos de la dominación. Venezuela misma es un ejemplo del descrédito en que pueden caer los medios de la oligarquía en la lucha de ideas. Las propias televisoras estadunidenses perdieron una parte de su audiencia por la manipulación de la información sobre la guerra en Irak.

Telesur cuenta, además, con dos prestigiosos periodistas latinoamericanos en su puesto de mando, Aram Aharoniam y Jorge Botero, y dispondrá de miles de voces, plumas y lentes de talento en nuestro continente, capaces de nutrir una programación de alta calidad que no podrán contrarrestar los medios corporativos.


CHILENOS FRONTERIZOS

<hr><h2><u>CHILENOS FRONTERIZOS</H2></U>

SALUD BUENA Y BARATA

Uno de cada 10 niños inscritos en las comunas de Futaleufú y Palena nació en Argentina



Por Soledad Neira
El Mercurio
– 23 de julio de 2005

La Patagonia chilena está llena de historias de connacionales que vieron la luz de este mundo de la mano de una matrona argentina. La precariedad o inexistencia de hospitales chilenos, las enormes distancias a las zonas mejor dotadas y la gratuidad del sistema hospitalario en el país vecino fueron un gancho más que atractivo.

Y desde hace un año, un convenio entre los servicios de salud de ambas zonas permite que los chilenos se atiendan en Esquel, y Fonasa cubre todos sus gastos médicos.

Entre Palena y Esquel, provincia de Chubut, se registra el mayor tráfico de pacientes chilenos.


CHILENOS FRONTERIZOS

<hr><h2><u>CHILENOS FRONTERIZOS</H2></U>

SALUD BUENA Y BARATA

Uno de cada 10 niños inscritos en las comunas de Futaleufú y Palena nació en Argentina



Por Soledad Neira
El Mercurio
– 23 de julio de 2005

La Patagonia chilena está llena de historias de connacionales que vieron la luz de este mundo de la mano de una matrona argentina. La precariedad o inexistencia de hospitales chilenos, las enormes distancias a las zonas mejor dotadas y la gratuidad del sistema hospitalario en el país vecino fueron un gancho más que atractivo.

Y desde hace un año, un convenio entre los servicios de salud de ambas zonas permite que los chilenos se atiendan en Esquel, y Fonasa cubre todos sus gastos médicos.

Entre Palena y Esquel, provincia de Chubut, se registra el mayor tráfico de pacientes chilenos.


LA VUELTA DEL MONROÍSMO

<hr><h2><u>LA VUELTA DEL MONROÍSMO</h2></u> Por Angel Guerra Cabrera

La Jornada
- Jueves 14 de julio de 2005

Estados Unidos ha logrado instalar una base militar en el Chaco paraguayo. Aunque el gobierno de Paraguay afirma que el reciente ingreso de militares estadunidenses sólo responde a un acuerdo temporal para el entrenamiento de sus fuerzas armadas, el convenio puede ser prorrogado automáticamente el último día de 2006. Reportes de prensa dan cuenta de la construcción de una gran instalación en el pueblo militarizado de Mariscal Estigarribia, capaz de recibir transportes Galaxy y bombarderos B-52 en una pista de mil 800 metros de longitud, y de alojar hasta 14 mil efectivos totalmente equipados. El ingreso de las tropas de Estados Unidos fue aprobado por el Congreso de Asunción en mayo pasado. Además les otorgó inmunidad ante los tribunales nacionales, no importa qué delito cometan, en cualquier lugar del territorio, por el que tendrán libertad incondicional para moverse. La base está situada cerca de la triple frontera, donde se unen Brasil, Argentina y Paraguay.

Como se recordará, desde hace años el aparato de propaganda de Washington viene agitando el fantasma de las supuestas "células durmientes" de Al Qaeda en esa zona, atribuyéndolas a la población de origen sirio y libanés que reside en ella. Ahora se percibe claramente que esta patraña formaba parte de la guerra sicológica para justificar la presencia de estas tropas en un sitio de excepcional importancia geoestratégica para los planes de control de los recursos naturales y de represión de los movimientos sociales de la región. Con esta base, Estados Unidos establece una cabeza de playa en pleno Mercosur, justo en el eje del acuífero guaraní -la tercera reserva de agua potable del mundo-, se coloca a tiro de cañón de los campos gasíferos de Bolivia y amenaza al movimiento popular de ese país, que exige la nacionalización de los hidrocarburos. Sumándole las bases ya establecidas en Perú, Ecuador, Colombia y Antillas Holandesas, ha logrado rodear la Amazonía, con su gran riqueza en biodiversidad, y a Brasil, con un dispositivo militar que facilita la rápida recepción en cualquier momento de un gran cuerpo expedicionario para actuar en América del Sur. El monroísmo militar está de vuelta entre nosotros, sólo que ahora ha desbordado el Caribe y América Central para desplegarse de norte a sur en América Latina. Después del traspaso a Panamá en 1999 de las instalaciones del canal, donde se asentaba el Comando Sur de Estados Unidos, han proliferado maniobras conjuntas de sus fuerzas con ejércitos latinoamericanos y pequeñas bases militares, que ahora abarcan desde El Salvador hasta Paraguay, sin contar las anteriormente existentes en el Caribe. A nadie debe sorprender este desarrollo cuando los jefes del Comando Sur han venido planteando ante comisiones del Congreso en Washington que los peores enemigos de Estados Unidos son el narcoterrorismo, la inestabilidad política y el surgimiento de movimientos radicales "populistas" en América Latina. No se necesita ser un experto para darse cuenta de que esta criptografía describe a la guerrilla en Colombia, a los movimientos populares en la región y al gobierno de Hugo Chávez.

En esta etapa, Washington ha optado por reafirmar su dominación sobre América Latina apelando a instrumentos económicos, políticos y militares de corte colonial. Esto se ve muy claro en la aplicación de las políticas neoliberales que han despojado de sus empresas y erosionado a los estados nacionales y subordinado al extremo a las burguesías y políticos criollos. Se aprecia en los leoninos tratados de libre comercio, en el proyecto del ALCA y en los intentos de uncir los aparatos de seguridad y los ejércitos latinoamericanos a la "guerra contra el terrorismo", que es una guerra contra los pueblos. Los "terroristas" ocupan ahora el lugar de los "subversivos" en la época de las dictaduras basadas en la doctrina de seguridad nacional. Ejemplo de ello es el Plan Colombia, que no sólo está dirigido contra la guerrilla, sino contra todos los que cuestionan el orden establecido. Se cuentan por cientos los sindicalistas y activistas de derechos humanos asesinados o desaparecidos en el país andino en los últimos años.

Frente a este amenazador despliegue militar imperialista en América Latina, convendría estudiar, a todos los que se le oponen, la exitosa lucha mediante la cual un gran movimiento nacional y local en Puerto Rico logró la expulsión de la marina estadunidense de la isla de Vieques.


PETROCARIBE

<hr><h2><u>PETROCARIBE</h2></u> Por Ángel Guerra Cabrera
www.rodelu.net


El petróleo es un recurso finito que podría haber servido durante mucho más tiempo de fuente de energía para la humanidad. Pero debido al irracional ritmo de derroche del carburante por las sociedades capitalistas de consumo -en particular Estados Unidos- y la insaciable demanda de nuevos gigantes industriales, como China e India, lo más que puede durar es unos 30 años a partir de ahora. Debido a que la producción mundial ha entrado ya en una fase de declive y la demanda continúa aumentando incesantemente, la tendencia actual es a una elevación desmesurada de precio. Los altos precios amenazan con acarrear terribles consecuencias económicas, políticas y sociales a los países del tercer mundo no productores de crudo, que se ven imposibilitados de adquirirlo en los mercados internacionales. Agobiados por el saqueo de sus recursos, el bajo precio de sus materias primas, el intercambio desigual y la carga imposible de la deuda externa, el alza de los precios de los energéticos podría excluir de la economía mundial a estos estados, con frecuencia pequeños y carentes de fuentes significativas de ingresos en divisas, como viene ocurriendo en Africa, el Caribe, América Central y zonas de América Latina, donde la expulsión de migrantes está en el orden del día.

En este panorama, la creación de Petrocaribe, a iniciativa del presidente venezolano, Hugo Chávez, adquiere enorme importancia histórica al convertirse en el primer acuerdo energético de naturaleza solidaria con fines de desarrollo social firmado entre un grupo de estados de cualquier región del mundo. La organización quedó integrada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, República Dominicana, Granada, Guyana, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nevis, Surinam y Venezuela. Petrocaribe será una instancia de suministro del crudo venezolano a precios justos, con bajo interés y créditos a largo plazo, más favorable para los importadores que los pactos de Caracas y San José; sólo por esto sería un gran paso de avance. Pero sus objetivos van bastante más allá e incluyen la planificación e integración de la política energética de estos 14 países, a cargo de un comité ministerial, que contemplará desde la exploración y extracción hasta el transporte, nuevas capacidades de refinación, desarrollo de la petroquímica, comercialización, capacitación y asistencia tecnológica, así como la creación de compañías estatales de energía donde no existan. Entre sus bases está el desarrollo de fuentes alternativas de energía renovable, algo que sería suicida dejar de la mano en las circunstancias en que el fin del crudo está a una generación de distancia.

La organización recién creada se concibe, según el acta constitutiva, en el espíritu de la Alternativa Bolivariana para América (Alba), como un cimiento en la solidaridad, la cooperación, la complementación y el desarrollo económico entre los países caribeños. A decir del canciller venezolano, Alí Rodríguez, Petrocaribe intenta tomar como referencia en las relaciones bilaterales del área las que actualmente existen entre Venezuela y Cuba, regidas en su totalidad por el Alba. Este marco de relaciones en torno a un producto de la excepcional importancia estratégica del petróleo y de la idea de la integración energética caribeña contrasta poderosamente con el interés exclusivo por la ganancia, obtenida mediante la depredación y el afán balcanizador, que marca los vínculos económicos extendidos por las trasnacionales petroleras a todos los confines por la globalización neoliberal. Constituye, además, un precedente de gran significación y un poderoso estímulo a la integración solidaria de América Latina y el Caribe, en contraposición con instrumentos colonialistas como son los tratados de libre comercio.

Mientras el Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) pondría el último clavo al grillete de la esclavitud de nuestra América, la Alba sería una gran fuerza liberadora y multiplicadora de energías, la única capaz de conducirla al desarrollo con soberanía, autodeterminación y dignidad. El gobierno del presidente Hugo Chávez se ha tomado muy en serio la revitalización práctica del ideario de Bolívar, quien se dio cuenta con penetrante visión de futuro de la indispensable unión de nuestros pueblos latinoamericanos en una Patria Grande, única forma de sobrevivir soberanamente en el juego de los grandes poderes mundiales.

Publicado en La Jornada el 7 de julio de 2005


EL LIBRO DE MICHELLE

<hr><h2><u>EL LIBRO DE MICHELLE</h2></u>

(“Michelle”, Ediciones Catalonia, Santiago, 2005)



Por Aristóteles España

Este libro reportaje narrado en distintas voces por las periodistas Elizabeth Subercaseaux y Malú Sierra, ambas de reconocida trayectoria en nuestro país y el extranjero, dan cuenta de un personaje femenino, cuya particularidad principal radica en que apareció de la noche a la mañana convertida de pronto en un ícono que rompió los moldes de la cultura machista imperante en la clase política chilena desde la fundación de la república. Michelle Bachelet es entrevistada con rigor y visión de futuro. Las periodistas dan a conocer su perfil humano poco conocido a nivel nacional e internacional sin los estereotipos que abundan en este tipo de géneros literarios (biografías, testimonios, crónicas, alabanzas a personajes del mundo de la cultura, la política, la televisión) que compiten desde hace décadas con la ficción.

Una doctora de niños, experta en epidemiología, proveniente de una cultura de izquierda desde su adolescencia, hija de un general de la aviación, torturado por sus pares, acusado de traición a la patria y muerto en la cárcel por los esbirros de la dictadura militar. Esta mujer que llegó a ser Ministra de Salud y Defensa en el tercer gobierno de la Concertación se ganó un espacio en la historia del país recorriendo hospitales, juntas de vecinos, pasando revista a las tropas de las FFAA arriba de tanques y aviones y que logró reivindicar el rol de la mujer en un momento de la historia en que los cargos públicos, privados, legislativos, están en manos de personeros que llevan en sus puestos durante décadas sin abrir espacios legítimos a las generaciones de recambio. La irrupción de Michelle en este escenario cambió la fisonomía del país en todos sus ámbitos, ya sea para sus adherentes o adversarios.

El libro no contiene peroratas ideológicas ni políticas, tampoco da recetas de cómo se deben comportar las mujeres en los escenarios públicos. Simplemente cuenta su infancia de clase media, rodeada de amigos que luchaban por un mundo mejor en la década del 70, su afición por la guitarra y las canciones de moda, los días aciagos del golpe de estado, la prisión junto a su madre Angela Jeria en Villa Grimaldi, los duros instantes del padre muerto sin tener donde enterrarlo porque su institución, la masonería, y todos aquellos que fueron sus amigos simplemente se borraron del mapa. Luego el exilio en Australia, Alemania, sus estudios de medicina en este último país, su militancia en la Juventud Socialista, sus amores y desamores como toda persona que es capaz de enfrentar los avatares de la vida cotidiana que no es color de rosa como caricaturizan los diarios de la derecha chilena con las fotos en colores de sus modelos y parlamentarias.

Una de los capítulos más emotivos es su estadía en Villa Grimaldi, la visita intempestiva del General Manuel Contreras y el recuerdo de sus compañeras de celda, Lucrecia Brito, Patricia Guzmán, María de los Angeles Salinas Farfán, Mónica Villanueva, que tenía 16 años, una dentista cuyo nombre se le escapa, María Eugenia Ruiz Tagle y la primera mujer de Alvaro Covácevich. Se ayudaban mutuamente después de las sesiones de interrogatorios. Michelle atendía a las gravemente heridas. Algunas de ellas le contaron que los días de año nuevo fueron violadas por militares borrachos. Ambas estaban embarazadas de siete y ocho meses. Todas tenían miedo. Cuando se abría la puerta de la celda tenían terror. Ese el mérito de este libro. Que logra transmitir emociones, sentimientos. Nadie puede quedar indiferente. No es un texto de propaganda como los que abundan en períodos como el actual. Es un texto para comprender desde un ángulo escritural diferente la vida de cientos de mujeres olvidadas que soportaron las mismas pesadillas de esta doctora en niños que tiene una cabaña en un lago y que puede ser la primera Presidenta en este remoto país así como Gabriela Mistral fue la primera mujer latinoamericana en obtener el Premio Nóbel de Literatura años antes que sus pares en Chile le otorgaran el Premio Nacional.

El texto tiene fotografías de distintas etapas de su vida, la reproducción del manuscrito que el General Bachelet envió a su esposa desde la cárcel pública de Santiago el 22 de febrero de 1974, días antes de su muerte. Y a lo lejos, en medio de la lectura de este libro se escucha el ruido del avión que las condujo junto a su madre al exilio, su paso (en el avión) por Isla de Pascua, las islas Fiji, y la llegada a Sydney donde su hermano Betingo y Patti, su esposa, los esperaban en el aeropuerto. Los abrazos, el saludo del gobierno, del parlamento. Eran las primeras exiliadas chilenas en Australia. El resto, ya es historia.