EL BALCÓN NATALINO
La página www.patagoniaaustral.net publica todos los meses la sección "Desde mi balcón natalino", comentarios breves, apostillas sobre lo que ocurre en ese lejano rincón de la patagonia chilena. Publicamos dos breves menciones del "balcón" de enero de 2005, de las cuales surgen preocupaciones y comentarios que compartimos totalmente
Quienes se muestran muy apesadumbrados ante el cambio de moneda son los alrededor de 800 jubilados mineros que prestaron servicios en Río Turbio que viven en Puerto Natales. Para ellos se ha transformado en un Vía Crucis recibir sus sueldos en pesos argentinos y después cambiarlos a moneda chilena. Sus pensiones promedian los $ 500 argentinos. Si se hubiese perpetuado la paridad de la moneda argentina con el dólar, estarían ganando promedio $ 250 mil chilenos. Pero hoy esas pensiones bordean los $ 100 mil chilenos. Un minero jubilado nos confidenciaba que felizmente en diciembre recibieron algunos pitutitos en sus sueldos, pero no quieren ni pensar en lo que será en el invierno. Es el momento que la nación chilena les entregue algo en retribución a estos compatriotas, gracias a quienes fue posible poblar Natales. Por años estos hombres aportaron al estado chileno sin costo para éste.
Le sucedió al presidente de la Cámara de Turismo, Ahmed Zalej Arteaga, quien junto a su familia son propietarios de una empresa de buses que habitualmente hace el recorrido hacia Calafate. Varios de estos vehículos llevan pintados los colores de la bandera palestina, tierra de sus antepasados. Resultó que uno de estos buses fue contratado para transportar pasajeros de un tour que llegaría al aeropuerto de Punta Arenas.
La sorpresa del conductor del bus vino cuando le hicieron saber - personeros de la empresa turística - que los pasajeros eran profesionales israelitas y que se negaban a subir a un bus con los colores palestinos, que debía ser cambiado de inmediato. El sorprendido conductor se comunicó con Lalo Zalej a Natales para hacerle saber las condiciones. Este le hizo saber que no cambiaría el bus por razones practicas y que además le parecía poco adecuado que extranjeros vinieran a imponer los problemas internos de su país en Chile. Al final, la empresa transportadora, contrató otro bus. Pensamos que la familia Zalej, debe estar conforme por una actitud donde por sobre todo hicieron valer su dignidad.
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