BOLIVIA: CANDIDATOS Y PROMESAS
Por Andrés Soliz Rada
Varios candidatos creen que la validez de sus programas depende del volumen de sus promesas electorales. Así confunden lo fundamental con lo accesorio, al evitar que los debates giren alrededor de los hidrocarburos, la minería, la tierra y la exclusión social. De lograrse resultados positivos, sobre todo en hidrocarburos y minería, se contará con los recursos necesarios para mejorar la salud, la educación, el empleo y el medio ambiente. Los ex gobernantes deben explicar su conducta pasada. El ex presidente Jorge Quiroga Ramírez tiene que informar el por qué coadyuvó a la venta de las refinerías de petróleo a precios vergonzosos, se opuso a revertir la liquidación de las empresas estratégicas del Estado y levantar la confidencialidad de esas medidas.
Samuel Doria Medina, después de su participación como Ministro de Jaime Paz Zamora (1989-1993), coadyuvó al cierre del Banco del Estado, del cual su empresa, la Sociedad Boliviana de Cemento (SOBOCE) era importante deudora. Hoy figura en el directorio de SOBOCE el abogado Oscar Bonifaz Gutiérrez, gestor de los negociados de Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL) y actual gerente del Proyecto San Cristóbal (explotación de plata), cuyo principal inversionista es el multimillonario norteamericano, George Soros. Doria anuncia que las transnacionales dejarán parte de sus utilidades en el país. Su relación directa con Bonifaz e indirecta con Soros, ¿le permitirá cumplir su ofrecimiento?
El candidato del MIR, Hormando Vaca Diez, asegura que defenderá la soberanía nacional, después de haber sido, junto a Carlos Mesa, el impulsor del oprobioso Tratado de Impunidad para las tropas norteamericanas en el Senado, el que, felizmente, no fue aprobado en Diputados. Habla de honestidad olvidando sus propias vinculaciones sociales y las de su partido con el narcotraficante Oso Chavaría. Oscar Eid Franco, quien anunció la postulación, estuvo cinco años en la cárcel purgando el delito.
Sobre las espaldas del candidato de GSL, Michiaki Nagatani, pesan la alevosa destrucción del Estado Nacional y la muerte (además de muchas otras) de 70 patriotas que ofrendaron su vida para lograr la renuncia del agente de las transnacionales. El candidato René Joaquino trató de ser, pero no pudo, candidato vicepresidencial de GSL. ¿Discrepó de su política, con la que, por el contrario, estuvieron de acuerdo varios de los alcaldes que lo respaldan?
La esencia del programa nacional tiene que ver, paradójicamente, con el Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, la fuerza más importante del campo popular. Infelizmente, Morales, después de reunirse con los dirigentes cívicos de Tarija y con el Presidente argentino Néstor Kirchner, respaldó la reanudación de venta de gas a la Argentina, a precios solidarios para Repsol y Pluspetrol, con consecuencias nefastas para el interés nacional. No cuestionó el Código de Minería de GSL y no planteó, en su proyecto de Ley de Hidrocarburos, la participación del Estado en la fijación de precios internos y de exportación, así como la refundación efectiva de YPFB y la industrialización del gas dentro del país. Tampoco exigió la anulación de los contratos con las petroleras, por no tener aprobación congresal, vacío que fue llenado por otras personalidades.
Los candidatos necesitan equilibrio al enfocar el tema tierra a fin de evitar los riesgos para la unidad nacional. Los empresarios del Oriente, importantes generadores de divisas, deben diferenciarse de los especuladores de propiedades improductivas y mal habidas y de las petroleras que quieren usarlos al servicio de sus intereses. Los indígenas de tierras bajas son (o deberían ser), los mejores defensores del medio ambiente, contaminado sobre todo por la actividad minera descontrolada. El equilibrio requiere de la dotación de tierras a migrantes del Occidente, que tienen derecho a un pedazo de tierra en el seno de su Patria.
Las elecciones han tenido la virtud de incorporar a la problemática nacional a dos políticos que esgrimían posiciones fundamentalistas. Carlos Dabdu, vocero de la Nación Camba, ahora candidato vicepresidencial de Doria Medina, y Alvaro García Linera, de Evo Morales, uno de los ideólogos de la autonomía aymara. Los discursos de ambos se enmarcan ahora en los problemas nacionales, que es lo que anhela la mayoría ciudadana.
Varios candidatos creen que la validez de sus programas depende del volumen de sus promesas electorales. Así confunden lo fundamental con lo accesorio, al evitar que los debates giren alrededor de los hidrocarburos, la minería, la tierra y la exclusión social. De lograrse resultados positivos, sobre todo en hidrocarburos y minería, se contará con los recursos necesarios para mejorar la salud, la educación, el empleo y el medio ambiente. Los ex gobernantes deben explicar su conducta pasada. El ex presidente Jorge Quiroga Ramírez tiene que informar el por qué coadyuvó a la venta de las refinerías de petróleo a precios vergonzosos, se opuso a revertir la liquidación de las empresas estratégicas del Estado y levantar la confidencialidad de esas medidas.
Samuel Doria Medina, después de su participación como Ministro de Jaime Paz Zamora (1989-1993), coadyuvó al cierre del Banco del Estado, del cual su empresa, la Sociedad Boliviana de Cemento (SOBOCE) era importante deudora. Hoy figura en el directorio de SOBOCE el abogado Oscar Bonifaz Gutiérrez, gestor de los negociados de Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL) y actual gerente del Proyecto San Cristóbal (explotación de plata), cuyo principal inversionista es el multimillonario norteamericano, George Soros. Doria anuncia que las transnacionales dejarán parte de sus utilidades en el país. Su relación directa con Bonifaz e indirecta con Soros, ¿le permitirá cumplir su ofrecimiento?
El candidato del MIR, Hormando Vaca Diez, asegura que defenderá la soberanía nacional, después de haber sido, junto a Carlos Mesa, el impulsor del oprobioso Tratado de Impunidad para las tropas norteamericanas en el Senado, el que, felizmente, no fue aprobado en Diputados. Habla de honestidad olvidando sus propias vinculaciones sociales y las de su partido con el narcotraficante Oso Chavaría. Oscar Eid Franco, quien anunció la postulación, estuvo cinco años en la cárcel purgando el delito.
Sobre las espaldas del candidato de GSL, Michiaki Nagatani, pesan la alevosa destrucción del Estado Nacional y la muerte (además de muchas otras) de 70 patriotas que ofrendaron su vida para lograr la renuncia del agente de las transnacionales. El candidato René Joaquino trató de ser, pero no pudo, candidato vicepresidencial de GSL. ¿Discrepó de su política, con la que, por el contrario, estuvieron de acuerdo varios de los alcaldes que lo respaldan?
La esencia del programa nacional tiene que ver, paradójicamente, con el Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales, la fuerza más importante del campo popular. Infelizmente, Morales, después de reunirse con los dirigentes cívicos de Tarija y con el Presidente argentino Néstor Kirchner, respaldó la reanudación de venta de gas a la Argentina, a precios solidarios para Repsol y Pluspetrol, con consecuencias nefastas para el interés nacional. No cuestionó el Código de Minería de GSL y no planteó, en su proyecto de Ley de Hidrocarburos, la participación del Estado en la fijación de precios internos y de exportación, así como la refundación efectiva de YPFB y la industrialización del gas dentro del país. Tampoco exigió la anulación de los contratos con las petroleras, por no tener aprobación congresal, vacío que fue llenado por otras personalidades.
Los candidatos necesitan equilibrio al enfocar el tema tierra a fin de evitar los riesgos para la unidad nacional. Los empresarios del Oriente, importantes generadores de divisas, deben diferenciarse de los especuladores de propiedades improductivas y mal habidas y de las petroleras que quieren usarlos al servicio de sus intereses. Los indígenas de tierras bajas son (o deberían ser), los mejores defensores del medio ambiente, contaminado sobre todo por la actividad minera descontrolada. El equilibrio requiere de la dotación de tierras a migrantes del Occidente, que tienen derecho a un pedazo de tierra en el seno de su Patria.
Las elecciones han tenido la virtud de incorporar a la problemática nacional a dos políticos que esgrimían posiciones fundamentalistas. Carlos Dabdu, vocero de la Nación Camba, ahora candidato vicepresidencial de Doria Medina, y Alvaro García Linera, de Evo Morales, uno de los ideólogos de la autonomía aymara. Los discursos de ambos se enmarcan ahora en los problemas nacionales, que es lo que anhela la mayoría ciudadana.
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