ESCRIBIR DESDE LA REGIÓN XIV
por Javier Campos (*)
3 de Abril del 2005
En el 2001 comencé a escribir columnas para El Mostrador. Nadie me lo pidió ni fui nominado por su director. Por el contrario ninguno de ellos, desde el director mismo, la editora de entonces, los periodistas que trabajaban desde sus inicios y Fundación -el verano de 2000- tenían la más remota idea de este desconocido chileno que insistía en enviarles algunos escritos.
Más aun, como el correo electrónico suele ser anónimo, puede venir desde Paris, Temuco o Moscú, el que lo recibe no sabrá nunca donde reside el remitente. En suma, poco sabían de que yo no vivía en Chile. Asunto que ha sido, lo digo ahora claramente, un factor en contra para los chilenos y chilenas cuyo interés es escribir y desean les den un espacio en medios masivos de su propio país. Pedir un espacio es loable, especialmente si creemos en la diversidad en estos tiempos globales. Si pensamos que un país informado y bajo una democracia es imprescindible dar espacio también a los que viven en otras galaxias.
En ese aspecto El Mostrador nos dio un espacio a los chilenos de fuera del país, los que por distintas razones ejercemos nuestro trabajo allende la Cordillera. Sin ser oráculo de nada, en mi caso, este medio ha sido receptivo a la mirada del que tuvo que salir de Chile pero que -en otras galaxias- su perspectiva cambió, lo cual es normal en muchos casos de gente que salió de su país.
El viaje cambió al navegante, se puede decir metafóricamente de cualquier experiencia cuando se deja la patria, los orígenes. Algunos no cambiarán nunca sin embargo. Entonces cambia también la escritura o lo que uno hace en otras tierras que lo recibieron lejos de su propia Itaca. No escribe mejor ni peor pero sí la perspectiva se torna distinta. En ese sentido El Mostrador comprendió, como ningún otro medio chileno actual, y abrió sus paginas a columnistas chilenos y no chilenos que vivimos fuera del Chile físico de todos los días. Si uno lee otros diarios latinoamericanos o europeos, es habitual que siempre haya un columnista extranjero. Y es saludable.
Hay una cantidad muy grande de chilenos a los que ahora, eufemísticamente y ficticiamente, se les llama desde Chile los que pertenecen a la Región XIV. En esa región hay escritores, periodistas, científicos en distintas áreas, politólogos, sociólogos, académicos en universidades de diferentes partes del mundo, investigadores que trabajan en centros importantes de investigación, cineastas, actores, pintores, músicos. Son miles los chilenos que pertenecen a la denominada "Región XIV.
El asunto es que oficialmente, desde alguna parte del gobierno, o desde el ministerio de Educación, o Departamento Cultural, etc., no ha surgido hasta ahora ningún reconocimiento oficial de dicha región. Oficialmente no se ha reconocido a esa vasta cantidad de chilenos/as que son también parte de la cultura nacional pero que viven fuera del país. Se hacen sí homenajes a cómo Chile recibió durante la Guerra Civil española a tantos refugiados. O se destaca cuán generoso fue aquel gobierno en preocuparse y darles una nueva patria a esos cientos de refugiados pero no a los chilenos que por razones de exilio se quedaron fuera del país.
Termino con varias preguntas y con copia al ministerio de Educación y al gobierno de don Ricardo Lagos: ¿cuál es la diferencia de que un gobierno ahora no sea solidario -como lo fue en los '40 con cientos que
arrancaban de los horrores del Guerra Civil española- con los miles de chilenos que viven fuera de la patria? ¿Por qué no se hace un encuentro permanente cada año, organizado por el ministerio de Educación, Cultura, para invitar a distintos chilenos en distintas aéreas a presentar su experiencia, su trabajo, para compartirlo con los chilenos de dentro? ¿Por qué en las importantes charlas presidenciales no han invitado aún a ningún chileno de fuera del país para que dicte o muestre su trabajo que ha hecho fuera o son sólo los excelentes Vargas Llosa, Carlos Fuentes, José Saramago, entre otros, los únicos fuera de Chile que pueden iluminar con su trabajo a los chilenos de dentro del país?
Por lo anterior, pienso como muchos columnistas chilenos fuera de Chile, los que escribimos en El Mostrador, que este medio sí ha contribuido sin darse cuenta, al abrir sus páginas a la diversidad, dió un espacio a la olvidada Región XIV aun cuando tal región aparece por ahí mencionada en algún papel oficial, con timbres y firmas ampulosas, pero convertida en pura letra muerta.
(*) Javier Campos es poeta, escritor y académico. Reside en EE.UU."
3 de Abril del 2005
En el 2001 comencé a escribir columnas para El Mostrador. Nadie me lo pidió ni fui nominado por su director. Por el contrario ninguno de ellos, desde el director mismo, la editora de entonces, los periodistas que trabajaban desde sus inicios y Fundación -el verano de 2000- tenían la más remota idea de este desconocido chileno que insistía en enviarles algunos escritos.
Más aun, como el correo electrónico suele ser anónimo, puede venir desde Paris, Temuco o Moscú, el que lo recibe no sabrá nunca donde reside el remitente. En suma, poco sabían de que yo no vivía en Chile. Asunto que ha sido, lo digo ahora claramente, un factor en contra para los chilenos y chilenas cuyo interés es escribir y desean les den un espacio en medios masivos de su propio país. Pedir un espacio es loable, especialmente si creemos en la diversidad en estos tiempos globales. Si pensamos que un país informado y bajo una democracia es imprescindible dar espacio también a los que viven en otras galaxias.
En ese aspecto El Mostrador nos dio un espacio a los chilenos de fuera del país, los que por distintas razones ejercemos nuestro trabajo allende la Cordillera. Sin ser oráculo de nada, en mi caso, este medio ha sido receptivo a la mirada del que tuvo que salir de Chile pero que -en otras galaxias- su perspectiva cambió, lo cual es normal en muchos casos de gente que salió de su país.
El viaje cambió al navegante, se puede decir metafóricamente de cualquier experiencia cuando se deja la patria, los orígenes. Algunos no cambiarán nunca sin embargo. Entonces cambia también la escritura o lo que uno hace en otras tierras que lo recibieron lejos de su propia Itaca. No escribe mejor ni peor pero sí la perspectiva se torna distinta. En ese sentido El Mostrador comprendió, como ningún otro medio chileno actual, y abrió sus paginas a columnistas chilenos y no chilenos que vivimos fuera del Chile físico de todos los días. Si uno lee otros diarios latinoamericanos o europeos, es habitual que siempre haya un columnista extranjero. Y es saludable.
Hay una cantidad muy grande de chilenos a los que ahora, eufemísticamente y ficticiamente, se les llama desde Chile los que pertenecen a la Región XIV. En esa región hay escritores, periodistas, científicos en distintas áreas, politólogos, sociólogos, académicos en universidades de diferentes partes del mundo, investigadores que trabajan en centros importantes de investigación, cineastas, actores, pintores, músicos. Son miles los chilenos que pertenecen a la denominada "Región XIV.
El asunto es que oficialmente, desde alguna parte del gobierno, o desde el ministerio de Educación, o Departamento Cultural, etc., no ha surgido hasta ahora ningún reconocimiento oficial de dicha región. Oficialmente no se ha reconocido a esa vasta cantidad de chilenos/as que son también parte de la cultura nacional pero que viven fuera del país. Se hacen sí homenajes a cómo Chile recibió durante la Guerra Civil española a tantos refugiados. O se destaca cuán generoso fue aquel gobierno en preocuparse y darles una nueva patria a esos cientos de refugiados pero no a los chilenos que por razones de exilio se quedaron fuera del país.
Termino con varias preguntas y con copia al ministerio de Educación y al gobierno de don Ricardo Lagos: ¿cuál es la diferencia de que un gobierno ahora no sea solidario -como lo fue en los '40 con cientos que
arrancaban de los horrores del Guerra Civil española- con los miles de chilenos que viven fuera de la patria? ¿Por qué no se hace un encuentro permanente cada año, organizado por el ministerio de Educación, Cultura, para invitar a distintos chilenos en distintas aéreas a presentar su experiencia, su trabajo, para compartirlo con los chilenos de dentro? ¿Por qué en las importantes charlas presidenciales no han invitado aún a ningún chileno de fuera del país para que dicte o muestre su trabajo que ha hecho fuera o son sólo los excelentes Vargas Llosa, Carlos Fuentes, José Saramago, entre otros, los únicos fuera de Chile que pueden iluminar con su trabajo a los chilenos de dentro del país?
Por lo anterior, pienso como muchos columnistas chilenos fuera de Chile, los que escribimos en El Mostrador, que este medio sí ha contribuido sin darse cuenta, al abrir sus páginas a la diversidad, dió un espacio a la olvidada Región XIV aun cuando tal región aparece por ahí mencionada en algún papel oficial, con timbres y firmas ampulosas, pero convertida en pura letra muerta.
(*) Javier Campos es poeta, escritor y académico. Reside en EE.UU."
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