MATTHEI Y LAS MALVINAS
en Malvinas
Por Juan María Escobar
Trelew Chubut
Tomado de la Lista Reconquista Popular
Ante las declaraciones del General Matthei referentes a la ayuda de la dictadura de Pinochet a Gran Bretaña en la Guerra de las Malvinas el Centro de Ex-Combatientes de Trelew resolvió no permitir la presencia de la bandera chilena en sus actos. Ante esa actitud envié la siguiente nota a los compañeros del Centro.
Trelew, 7 de setiembre de 2005
Queridos compatriotas del Centro de ex Combatientes de Malvinas de Trelew:
Comparto la indignación ante la vileza y el descaro desplegados por el ex comandante en jefe de la Fuerza Aérea y miembro de la junta Militar General Matthei.
Disiento fraternalmente de la decisión de no permitir la presencia de la bandera chilena en los actos oficiales del Centro de Ex Combatientes de Malvinas. La responsabilidad de los crímenes de los gobernantes no puede caer sobre los pueblos y más en el caso de una dictadura como la de Chile que asesinó, encarceló, persiguió y obligó a ir al exilio a miles de personas (muchas de ellas encontraron refugio en la Argentina y particularmente en Chubut).
Las manos del General Matthei al igual que la de sus cómplices en la Junta presidida por Pinochet están manchadas de sangre, pero esa sangre es tanto argentina como chilena. Como bien han señalado es responsable de la muerte de argentinos en el Atlántico Sur, pero también de al menos 3000 chilenos muchos de ellos desaparecidos. Entre los caídos en defensa por la soberanía nacional podemos mencionar al primer soldado que entregó su vida, nuestro comprovinciano Carlos Almonacid Vargas, hijo de chilenos residentes en Comodoro Rivadavia. Para dimensionar la crueldad y control de la población de los caínes chilenos debemos tener en cuenta que entre sus víctimas se cuentan tres generales, dignos herederos de la tradición de O`Higgins que permanecieron fieles a la Constitución y la voluntad popular manifestada democráticamente. Dos fueron comandantes del ejército, los generales Schneider y Prats, el primero asesinado en las calles de Santiago y el segundo en Buenos Aires a donde vinieron a buscarlo sus matadores con la complicidad de represores argentinos, como sucedió con otros refugiados latinoamericanos que habían escapado de las dictaduras de sus países. El otro fue el general de aviación Bachelet, que murió a consecuencia de las torturas producidas por sus propios camaradas de armas (entre los que se contaba Matthei).
En 1953 el general Perón manifestaba que la unión argentino chilena: debe ser bien recibida por los verdaderos americanos, los que no sirven a intereses bastardos, sino a los intereses de los pueblos de América...No se nos escapa que hoy, como siempre, hay intereses que se oponen a que nos unamos.
El General Matthei, al igual que los Pinochet, Videla, Massera, Martínez de Hoz, forman parte de esos intereses bastardos que buscan dividirnos. Esos son traidores a sus países y a la Patria Grande y Unida por la que lucharon San Martín, O`Higgins, Bolivar, Artigas y tantos otros.
Las banderas de Argentina y Chile nacieron juntas en la lucha contra el absolutismo del imperio español y compartieron tanto la gloria como la derrota, tanto el dolor por los caídos como el orgullo de luchar por la libertad y la justicia. Que el recuerdo de aquellos ex combatientes argentinos y chilenos que derramaron juntos su sangre en Chacabuco, Cancha Rayada, Maipú, El Callao, Talcahuano y otros muchos lugares donde se definió la independencia americana ilumine a ustedes, sus dignos herederos en esta nueva etapa de la larga lucha de nuestros pueblos por su dignidad y libertad.
Atentamente
Juan María Escobar
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