17 DE OCTUBRE DE 1945
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECH
En cualquier "paper" o texto sobre el siglo XX latinoamericano se analizan las revoluciones que han conmovido nuestro mundo. Aparecerá -por cierto- el México de 1910 con el apóstol Madero y los jinetes de Villa y Zapata, el agrarismo y la Carta de Querétaro. Por cierto, habrá referencia a la Bolivia de 1952 con su reforma agraria, nacionalización del estaño, abolición del pongueaje y el sufragio universal. El ciclo se cierra con la Cuba de 1959 y sus barbudos victoriosos que instauran el socialismo. El enumerado se juzga incompleto porque no considera la profunda revolución que a partir del 17 de octubre de 1945 encabezan el joven coronel Juan Perón y Eva Duarte.
Hay una santa alianza contranacional de los liberales laicos y católicos -léase, por ejemplo, respectivamente, Germán Arciniegas y Alejandro Magnet- en orden a omitirla o, lisa y llanamente, a distorsionarla presentándola como expresión del fascismo. Esos analistas de uno u otro signo son coincidentes con los de orientación marxista. Estos dedican 10 páginas al proceso mexicano, al boliviano, 5 y al cubano, 100.
En lo que concuerdan es en decretar que el peronismo es una dictadura equivalente a la de Somoza y Trujillo y -a renglón seguido- la obra de Perón y Evita queda excluida del ciclo de los procesos revolucionarios del siglo XX. Sin embargo, un examen objetivo y nacional demuestran que la vieja Argentina se desmorona a partir de 1945. El proceso de nacionalizaciones y de desarrollo es notable. El sindicalismo asume un vigor insospechado y la alianza renovadora de la mesocracia castrense y civil genera una atmósfera renovadora. A partir de aquel 17 de octubre se plasma una nueva Argentina. Más que eso, la Casa Rosada de aquel entonces irradia su influjo sobre el Cono Sur animando el proyecto del ABC primero y luego de los EEUU andinoplatenses. Ese elán vital de connotación sanmartiniana, sin duda, es un esfuerzo revolucionario. Por ese motivo el revisionismo sociohistórico debe anotar la fecha en referencia como hito fundacional de un proceso notable cuyo rescoldo perdura. Ello verifica la trascendencia del justicialismo y su obra.
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laura vizcay -