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MIRANDO AL SUR - augusto alvarado

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27 MILLONES DE DÓLARES

Clarín de Chile – 7 de Octubre de 2005



Santiago.- A pocos días de dejar la investigación de las cuentas de Augusto Pinochet y su evasión tributaria, el ministro Sergio Muñoz entregó un detallado informe sobre este botín, el que, según informa, asciende a 27 millones de dólares.

La información la entregó junto al jefe del equipo de la Brigada Investigadora de Lavado de Activos (Brilac), subcomisario Luis Orellana. Ambos han explicado cómo se calcularon los 27 millones de dólares que se descubrieron en diversas cuentas en bancos extranjeros a nombre de Pinochet, su esposa Lucía Hiriart y las empresas ficticias que creó en diferentes paraísos fiscales.

Muñoz, como se sabe, ha sido nombrado para formar parte de la Corte Suprema, por lo cual dejará la investigación de las cuentas de Pinochet.


VOTO DE CHILENOS EN EL EXTERIOR

<hr><h1><u>VOTO DE CHILENOS EN EL EXTERIOR</h1></u> Santiago de Chile, 28 de Septiembre 2005
Crónica Digital/PL


El gobierno envió al Parlamento con carácter de urgencia un proyecto de ley que otorga derecho a voto a cerca de un millón de chilenos residentes en el exterior



La medida, que involucra a 857 mil nacionales registrados por la cancillería,no alcanzaría empero a concretarse antes de las elecciones parlamentarias y presidenciales previstas para el 11 de diciembre próximo.

"Hay que permitir que los chilenos que viven en el extranjero puedan ejercer ese derecho a sufragio en las elecciones presidenciales, que ya no fueron éstas, pero serán las siguientes (el 2009)'', dijo Ignacio Walker, ministro del Exterior.

Según el censo más reciente de la cancillería, la mitad de los chilenos residentes fuera del país viven en Argentina, y el resto, en orden decreciente, en Estados Unidos, Suecia, Canadá y Australia.

De los 857 mil, unos 370 mil nacieron fuera de Chile, y para ellos se aprobó recientemente una ley que les concede la nacionalidad chilena, sin que pierdan la otra ciudadanía que puedan tener
.

Aunque la Cámara de Diputados tiene 30 días para discutir el proyecto y otro plazo similar el Senado, resultaría imposible por los requisitos burocráticos que la iniciativa entre en vigor antes de diciembre.

El proyecto ha sido sistemáticamente resistido por los partidos de la extrema derecha, porque consideran que la gran mayoría de los chilenos residentes en el exterior salieron durante la dictadura y serían potenciales votantes de la izquierda.

Walker insistió, sin embargo, que de esa comunidad sólo el 12 por ciento abandonó el país por razones políticas, aunque estas cifras son cuestionables. Decenas de miles debieron salir al exilio después del golpe militar y muchos no han retornado."


¿POR QUÉ CHILE SE LLAMA CHILE?

<HR><H1><U>¿POR QUÉ CHILE SE LLAMA CHILE?</H1></U>

Lo que faltaba. Si el 86% de los chilenos desconoce qué ocurrió el 18 de septiembre de 1810, muchos más son los que no tienen noción alguna sobre el origen de la palabra ‘Chile’. ¡No saben ni donde están parados, iñó!



Por Antonio Valencia
La Nación de Chile - 25 de septiembre de 2005



“¡Cresta! ¿Me va a creer que no tengo ni la menor idea?”. El vozarrón de El Temucano, Tito Fernández, surca con fuerza el aire. “Pa’ qué le voy a andar con cuentos. Nací en un país que se llama así, donde mi papá y mi mamá, además del colegio, me enseñaron que así se llamaba, ¡pero nunca me dijeron por qué!”, narra el folclorista antes de echar mano a la leyenda.

“Allá en el sur siempre escuché que el nombre viene del grito de los triles, un pájaro que por las tardes vuela emitiendo un sonido que suena como ‘chile’. No sé si será así, porque los españoles llegaron por el norte, no por el sur”, se defiende Tito Fernández, cuyo su verdadero nombre, por cierto, es Humberto Waldemar Asdrubal Baeza Fernández.

No está del todo lejos El Temucano de la versión onomatopéyica (palabras que imitan sonidos) que explica el origen de tan breve vocablo para tan larga faja de tierra. Igual dato maneja el poeta y músico Mauricio Redolés. “Había una tierra donde los pájaros gritaban ¡chile, chile! Más no sé. Siempre me quedó dando vuelta esa historia”, resume.

El drástico intelectual Armando Uribe se inclina por otra vertiente. “Por lo que he leído, en aimara, significa “donde se acaba la tierra”. El nombre le habría sido dado incluso antes que llegaran los españoles. El caso es que hasta acá era difícil llegar desde el norte por tierra o por mar”, apunta el empedernido fumador.

Debate etimológico



Por qué Chile se llama como se llama es un misterio que los historiadores han intentado resolver. No extraña que el común de los chilenos no sepa ni con mediana certeza el origen de la palabra. Menos cuando una encuesta reveló que el 86% desconoce que el 18 de septiembre es feriado porque en 1810 se celebró la Primera Junta Nacional de Gobierno.

La etimología de la palabra Chile, según describen los diccionarios de la materia, apuntan que procede del quechua o aimará “chilli”, que significa “confín”, pues así los incas llamaban a la parte sur de su imperio. Los textos también dan cuenta de otro detalle: existe en Arequipa, ciudad del sur de Perú, un río llamado “Chili”, cauce que dio origen a Chile como la región que estaba al sur de dicho afluente.

En el portal de Educar Chile, organismo que cuenta con el aval del Ministerio de Educación, enseña otro significado a la voz incásica asignada a la meridional
zona. “Almagro comienza su expedición hacia el sur, hacia las tierras que los incas llaman Chili o Tchili, que en quechua significa frío o nieve”, se lee en la página web.

Hay más versiones, pero, para tranquilidad de El Temucano y Redolés, en el siglo XVIII, Abate Molina, autor del ‘Compendio de la historia geográfica, natural y civil de Chile’ asegura que Chile vendría del vocablo “trih o chih”, palabra con que los aborígenes nombraban a un pájaro con manchas amarillas en sus alas. En ese mismo siglo, el cronista Diego de Rosales apuntó que era el nombre de un cacique del valle del Aconcagua.

Como fuere -está claro- con Chile nadie tiene la última palabra.


CHILE VERSUS LATINOAMÉRICA

<hr><h2><u>CHILE VERSUS LATINOAMÉRICA</h2></u>

SOBERANÍA Y AUTODETERMINACIÓN O PAÍS SATÉLITE



Por Marcel Claude (*)

Chile ha sido un país dinámico y a la vanguardia en muchos aspectos, pero también uno de los primeros en alinearse a poderosos dictados económicos y políticos externos. En el pasado el dictador Pinochet caducó la soberanía nacional apoyando a los británicos en el conflicto de las islas Malvinas... ¿Apoyará esta vez Chile una integración latinoaméricana?

Los lazos de unión que evidencian varios países de América Latina son señales inequívocas y claras de la fuerza con que se están retomando en el continente las ideas de independencia, soberanía, autodeterminación, solidaridad e integración latinoamericana.

Las mismas ideas que, junto a la reivindicación de la dignidad, el respeto a la vida y la justicia social son consideradas como anacrónicas y superadas por la historia, tanto por los genios del nuevo liberalismo como del nuevo socialismo, o sea, por una pléyade de arribistas a todo evento y para todo evento que hacen nata en las portadas y primeros planos de los medios de comunicación. Para desgracia de nuestro pueblo, esa moda en Chile sigue muy vigente.

Estos hechos muestran el creciente repudio del pueblo latinoamericano y de algunos de sus dirigentes a las desastrosas consecuencias sociales de las políticas privatizadoras y de liberalización comercial, implementadas con la complacencia de dirigentes políticos orgánicamente funcionales a las ideas del Fondo Monetario y de las corporaciones multinacionales, es decir, el antiguamente impopular Capital Extranjero, tan venerado y tan mezquino como en su época los primeros, más no los últimos, conquistadores.

Lo anterior, a pesar de una historia plagada de abusos, usurpaciones y desvalijamientos que ha realizado la inversión extranjera en América Latina. Nuestra riqueza es nuestra miseria dice Eduardo Galeano en las Venas Abiertas de América Latina. Siempre ha habido un imperio económico que ha rentabilizado nuestra miseria y siempre una oligarquía servil, poco creativa y moralmente miserable que se ha prestado para ello.

Como dice Rubén Blades, las políticas económicas de América son impuestas por grupos elegidos para servir al país que en realidad se “sirven al país”, pues en América Latina sigue gobernando el monopolio y la oligarquía.

En el centro de estas corrientes de opinión y de acción están el rechazo y el cansancio ante la conducta agresiva e intervencionista sostenida durante décadas por Estados Unidos en contra de cada acción que “amenace” la estabilidad de su proyecto de dominación militar, política y económica.

El golpe militar de 1973 y los más de diez millones de dólares que invirtió la CIA en el derrocamiento del Presidente Allende, son un ejemplo doloroso e indigno -aunque no para la derecha chilena- de la peligrosidad de la política exterior norteamericana. Como dice Noam Chomsky, destacado intelectual norteamericano, EEUU se comporta sistemáticamente de manera violenta, ilegal y arbitraria en el plano mundial, lo que lo ha convertido en el estado terrorista internacional número uno del mundo.

En su película Bowling for Columbine, Michael Moore, otro mordaz crítico del país del norte, pasa revista a la larga y aterradora forma en que EE UU se relaciona con el resto de las naciones del mundo. La descarnada lista del aporte norteamericano al progreso de la humanidad que muestra Moore, no ha dejado a nadie indiferente.

En Chile, lamentablemente, a algunos les puede parecer que basta con firmar acuerdos y decir que somos parte del Mercosur, cuando realmente los intereses y los ojos están puestos en Europa o en el Tratado de Libre Comercio. Pero, a decir verdad, estos no son suficientes y están lejos de permitir una reafirmación de la autonomía y del progreso de América Latina. Es sólo más de lo mismo: apertura de las fronteras al capital trasnacional para que aproveche nuestra comparativamente ventajosa miseria de salarios bajos y recursos naturales regalados y abundantes, mientras se cierran las fronteras de los países ricos al latinoamericano que busca mejores horizontes en la “american way of life”.

No, para estos últimos la Migra, la policía fronteriza que, como lo canta el grupo Mana, se encarga por la muerte de asegurarle la rentabilidad al capital extranjero.

La postura de Chile en materia de integración es cada vez más singular en el contexto latinoamericano, por no decir aislada e individualista. Su complacencia y sumisión al poder norteamericano no son bien evaluadas por un importante contingente de líderes e intelectuales del Sur de América.

Chile ha contribuido al debilitamiento del MERCOSUR y su política exterior alineada a los intereses norteamericanos ha hecho más difíciles las negociaciones de otros países, como Brasil, para defender una integración más digna y respetuosa de la autonomía de los pueblos latinoamericanos.

Mientras en Chile nuestros líderes políticos -de izquierda y de derecha- sigan anclados al discurso de las ventajas del mercado y la globalización, difícilmente encontraremos la senda de una estrategia política y económica común y coherente con una integración real que se distinga de la simple anexión que se adivina en los acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos.

(*) Director Ejecutivo de la ONG Oceana, Oficina para América Latina y Antártica.


EL SINDROME BOKASSA Y FFAA

<hr><h2><u>EL SINDROME BOKASSA Y FFAA</h2></u> Por Pedro Godoy P.
CEDECH - Centro de Estudios Chilenos


En la década del 70 Jean B. Bokassa se convierte en Presidente de la República Centroafricana. Ejerce la dictadura y, a poco andar, se proclama emperador. La ceremonia es una mezcla de mascarada y dispendio. Este pacotillero émulo de Napoleón -entre la corona de oro macizo, la capa de armiño y los banquetes para un centenar de invitados VIPs- se gasta la mitad del erario. Ello contrasta con un país cuya población es indigente y, en grado de miseria, supera a Haití. El fenómeno permite convertir esta tragicómica ceremonia en paradigma de cómo las elites se deleitan dando la espalda a sus pueblos.

Nuestra América -antes de Bokassa- ha vivenciado el dicho síndrome. No solo por la abismal desigualdad entre pobres y acaudalados, sino porque el mismo Estado, en su afán de maquillarse como "moderno", imita a Europa en la exterioridad. Esto no es de ahora, sino una constante. Capitales cuyo centro rebosa de edificaciones suntuosas, orquesta sinfónica y elenco de ballet, pompa de cancillería y palacios donde funciona el Parlamento y la Corte Suprema de Justicia... En suma, puro estuco y a pocas cuadras la pobreza y la desesperanza. Las provincias y los campos, lóbrega periferia.

Hoy se alude a un plan de modernización de nuestras FFAA. Las inversiones son fastuosas. Aeronaves, fragatas, submarinos nucleares y tanques. Todo "supertop". Además, tropas a Puerto Príncipe. Si el cobre alcanza alto precio ¡mejor! Se gasta y con frenesí. Total: el Fisco paga. El amargo contraste: enrolamiento restringido, "rancho" miserable, exiguos salarios al personal de planta, inadecuados equipo e indumentaria... En suma, FFAA tercermundistas y en la cúpula el despilfarro y, se supone, las "coimisiones". La clase militar padece el síndrome Bokassa asi lo verificaría la hecatombe de Antuco.


CARLOS GARDEL

<hr><h2><u>CARLOS GARDEL</h2></u>

A 70 años de su muerte



No para dar por pensado,
sino para dar en qué pensar


Agenda de Reflexión - Nº 294, Año IV.
Buenos Aires, viernes 24 de junio de 2005

Por Máximo Orsi

Para decir lo que era me sobran las palabras,
su nombre es, y ha sido pregón de las barriadas.

Zorzal en todo cerco de las casitas pobres,
farol en una esquina plateando los zanjones.

Fue su chambergo gaucho y su sonrisa franca
el pasaporte criollo de todas las aduanas.

El le cantó a las novias en suaves serenatas,
y puso en sus murmullos dulzor en las palabras.

Lucía como nadie su estampa bien porteña
porque amasó en cien noches su lírica bohemia.

Desde el salón más rico hasta el boliche más pobre
él siempre fue el "Carlitos" humilde, sin retoques.

Las pibas lo querían, las viejas lo adoraban,
él fue como un lucero en toda madrugada.

De pronto, sin quererlo sintióse golondrina,
y en ese viaje sin retorno se fue con su sonrisa.

Lloraron las guitarras, heridas en sus sones
Cuando calló vencido el as de los cantores.

Pero quedó flameando su nombre cual bandera
porque lo lleva el viento como oración porteña
.