ROLANDO CÁRDENAS
Uno de los sueños que tenía Rolando Cárdenas era regresar a su tierra natal. A Punta Arenas. Luego de esos trámites burocráticos indolentes, tenemos al fin sus cenizas. Permanecen en una preciosa ánfora, al lado mío, arriba del escritorio.
Por Reinaldo E. Marchant
Centro de Estudios Sociales "Avance"
Rolando Cárdenas murió en 1990 y desde ayer 27 de octubre se halla en la Presidencia de la Sociedad de Escritor, en mi escritorio...
El gran poeta magallánico murió en la probreza casi absoluta y su obra, inédita pero premiada, y muy destacada por su amigo Jorge Teillier, vino a conocerse mucho después.
Fiel a la tradición funesta de Chile, tardíamente se vino a saber que había en un enorme poeta.
La Unión Chica, boliche poético donde solían recalar los más conspicuos personajes de las letras, recibía a menudo al querido vate de Punta Arenas, que llegaba sin molestar a nadie, se ubicaba en el rincón de rigor y abría la boca sólo para humedecer la tristeza de la vida.
De pocas palabras, callado a veces en extremo, Cárdenas pasaba tardes enteras con amigos extrañables como Enrique Volpe, Mardoqueo Cáceres, Jorge e Iván Teillier, y Poli Délano. De tanto en tanto, nos sumábamos algunos escritores jóvenes.
Se hablaba mucho de literatura y se bebía con dignidad y orgullo.
Como en ocasiones sucede, la muerte no tardó en llegar. Primero se llevó a Iván Teillier. Luego, a su hermano Jorge. Enseguida le tocaría el turno a Rolando Cárdenas. Más tarde desaparecía Carlos Olívarez y Enrique Volpe. Uno de los más insólitos sobrevivientes es Mardoqureo Cáceres, a quienes muchos lo creen muerto: poco se le ve en La Unión Chica. Dice que de pronto sale únicamente para atemorizar a los oportunistas.
Uno de los sueños que tenía Rolando Cárdenas era regresar a su tierra natal. A Punta Arenas. Luego de esos trámites burocráticos indolentes, tenemos al fin sus cenizas. Permanecen en una preciosa ánfora, al lado mío, arriba del escritorio. Cuando algunos escritores molestosos amenazan con venir a exagerar la tranquilidad, le digo que lo hagan ahora mismo. De paso les digo que estaré con Rolando Cárdenas... ¡Nadie osa venir!
Mardoqueo Cáceres tiene razón: hay escritores exageradamente miedosos.
El 29 de octubre la Sociedad de Escritores realizará un gran homenaje a este valioso y especial poeta. Será a las 19 horas en Almirante Simpson 7 de Providencia.
El día 30 sus restos serán trasladados a su terruño natal, donde será llevado a los bares que frecuentaba y la comunidad local le brindará un hermoso homenaje.
Ese día Rolando Cárdenas descansará en paz.
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Julián Gutiérrez -